Red de escritores en español

sábado, 3 de marzo de 2018

Ida y vuelta

Ida y vuelta


Saliendo desde el este
para en el oeste perderse

Una silueta que baila en el mar
que arrastrándose en las montañas terminará

Una fuerte luz brillando en el horizonte
apagándose para volverse invisible en la noche

Un jazmín que florece de primavera
cayendo en otoño deshecho sobre la tierra

Un soleado cielo
al que la niebla lo va cubriendo de un gris espeso 

Una pared recien pintada
que la humedad se encargará de agrietarla.

Un rostro de niño
transformándose en arrugas de un cuerpo envejecido

Así vamos pasando los días
se consumen nuestras vidas.
Entre tantas idas y venidas
sin saber cuando el camino se nos termina.


Gualeguaychú. Y muchas ciudades mas...

En Gualeguaychú ya nadie toma agua de la canilla. Muchos también dejaron de bañarse en el río. Una mujer reconoce que siente miedo hasta de respirar. Ninguno que conozca su historia se atrevería a decir que está exagerando.
Antonella González tenía la vida que quería tener a los nueve años. Mamá, papá, cuatro hermanos y la playa de Ñandubaysal cerca de casa. La alegría sólo se interrumpía cuando los neumonólogos insistían en el uso del puff. "Algunos decían que tenía asma y otros, una alergia bronquial, pero Anto solamente había tenido una crisis respiratoria a los cinco años. Lo único que hacía el puff era generarle muchas palpitaciones".
El año pasado Antonella viajó a Santa Fe para pasar las vacaciones de invierno con su tía, que aprovechó para incorporar una nueva opinión. El médico que revisó a Antonella no necesitó hacerle ningún análisis para descubrir que el problema era otro. "Con sólo tocarla se dio cuenta de que tenía el bazo inflamado y que debía internarla de inmediato porque podía ser leucemia", recuerda Natalia.
Antonella volvió a Entre Ríos y un médico privado confirmó el diagnóstico. "La tuve que llevar a un consultorio porque en el hospital de Gualeguaychú no hay niños con cáncer, no hay una lista de chicos que hayan sido diagnosticados alguna vez y tampoco hay oncopediatras. El médico me dijo 'hasta acá llegué' y me aconsejó que la llevara a Buenos Aires."
Lo que pasa en Entre Ríos es el glifosato. Una investigación publicada por la revista internacional Environmental Pollution y realizada por científicos del Conicet reveló que el herbicida volcado en los campos argentinos por el agronegocio no se degrada –por lo tanto, se acumula– y que la concentración de glifosato constatada en Entre Ríos –con epicentro en la localidad de Urdinarrain, dentro del departamento de Gualeguaychú– se encuentra entre las más altas a nivel mundial.
Ya en marzo de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó que "existe evidencia suficiente" para relacionar al glifosato con, precisamente, la proliferación de la enfermedad.

ESTO NO LO ESCRIBÍ YO
Fuente:






Antonella y los cánceres de Gualeguaychú


Por Silvana Melo para Agencia Pelota de trapo
Gualeguaychú es un terrón en la provincia de Entre Ríos: la más regada por glifosato, según informes del Conicet. Con Urdinarrain como estrella mundial del veneno sistémico (Environmental Pollution). En Gualeguaychú el 30 % de los muertos mueren de cáncer, mientras que en el país no superan el 20 %.
Entre Ríos es una autopista sojera, capital de un modelo de producción que necesita envenenar para subsistir. Dos días antes de que Antonella muriera, Natalia Bazán habló 28 minutos frente a su celular. La madre de Antonella habló cuando la nena ya dormía y el dolor había sido derogado en las últimas horas de vida. Y dijo que “la vida de nuestros hijos no siga siendo un negocio”. Y dijo que “paren toda esta mierda que mata a nuestros hijos y a otros les llena el bolsillo”.

El periodista Fabián Magnotta, después de la investigación donde surgió que el cáncer en Gualeguaychú superaba la media nacional, publicó en su perfil de Facebook un pedido: “No hay estadísticas sobre cáncer en menores de 18 años en Gualeguaychú. Agradezco información para hacerla”. Decenas de respuestas con nombres, con edades pequeñas, con historias de leucemias y cánceres, con temporadas eternas en el Garrahan, lejos de casa, con muertes absurdas, caprichosas, colonizando espacios donde deberían regir la rayuela y la vertical, la cancha y el burbujero, despacito y el brujo de bulubú, el reggaetón y la bici.
Le llevará un año más a Fabián Magnotta elaborar toda esa muerte aluvional. Pero será él quien lo vuelva a hacer porque las cifras oficiales, si hay, se guardan celosamente. Para no generar segundas investigaciones (por ejemplo, las causas) que puedan fastidiar a los actores -de ubicuidad intensa- de los agronegocios. Que suelen ser diputados, ministros, médicos, empresarios. Es decir, telas de araña que envuelven la voluntad de los pueblos. Que conceden generosamente el trabajo con el que subsisten esos pueblos. Y ante los que pocos se atreven a correr un riesgo que, además de la hipoteca del futuro, a la que ya están resignados, les abroche el vaciamiento del presente.

Antonella murió el lunes a las 10,25 en la Terapia Intensiva del Garrahan. “Las cinco quimios le destrozaron los órganos”, dijo Natalia Bazán. En una provincia arrasada por los agroquímicos, probablemente Anto haya sufrido el castigo de la hierba frágil. Y la terapia con más química la haya quebrado como un cristalito. Acaso no se sepa nunca. Y sólo quede en la canasta de las hipótesis. O en el baúl de los mitos. Para que no se despierten los propietarios de la tierra y el agua. Y se sientan ofendidos por niños que se mueren como daños colaterales.


Como murieron Leila Derudder (14) y Joan Franco (dos años y medio) en 2014 en San Salvador, Entre Ríos. A 200 kilómetros de Gualeguaychú. En esa cuadra donde el cáncer golpeaba a la puerta casa por casa.
La revista internacional Environmental Pollution fue la que publicó el informe de los investigadores del Conicet: Entre Ríos registra los más altos niveles de acumulación de glifosato a nivel mundial. “Dada la enorme cantidad pulverizada y la afectación de los microorganismos encargados de su degradación, el producto no hace más que acumularse en las tierras con todo el riesgo tóxico que esto implica”.





Foto: Pablo Piovano

Es una evidencia científica de la criminalidad del impacto socioambiental del modelo de producción que ha subsistido con éxito desde su blanqueo brutal en 1996 con la entrada de la transgénesis, en un tránsito por neoliberalismos, progresismos y etcéteras, amamantados todos prolijamente por la nueva concentración de poder.
Las evidencias políticas están en la impunidad. En la ceguera judicial que es capaz de negar responsabilidades a pesar de la autopsia en un cuerpito plagado de endosulfán. En la decisión de mantener el modelo como columna y sostén del estado.
Mientras la vida pasaba afuera, desesperada, vertiginosa, Antonella moría el lunes. A las 10,25 de la mañana. Tenía ocho años. Estuvo meses en el Garrahan, enchufada a cables y agujas, atada a barbijos, cantando hasta que pudo. Cuando debió haber jugado hasta el hartazgo. Tomando helados, pelándose las rodillas en la plaza y riéndose de Gualeguaychú, con ese nombre de estornudo. Libre y feliz.
*Por Silvana Melo para Agencia Pelota de trapo
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domingo, 25 de febrero de 2018

Santiago del Estero






19 de julio “XII Marcha de los bombos”, el sentir santiagueño

Por Ricardo Seronero.


El mes de Julio en Santiago del Estero es tiempo de festejos y celebraciones, ya que el 25 de Julio, la ciudad de Santiago “Madre de Ciudades” cumple su aniversario. Muchas son las actividades culturales y turísticas programadas, y una de ellas es la famosa y tradicional La Marcha de los Bombos, la cual año tras año recibe cientos de aficionados del folclore.
La convocatoria tiene a más de 3000 bombistos, además bailarines, cantantes, santiagueños y turistas que van marchando al ritmo de los bombos.
Historia de la marcha.
La Marcha de los Bombos nació en Santiago del Estero en el 2003 y continúa en vigencia. Todos los años en Santiago el Estero, unos días antes del festejo del cumpleaños de la ciudad, habiéndose convertido en poco tiempo en una marca característica de la provincia.
Desde distintos puntos de la capital y La Banda, parten columnas de gente con bombos. Convergen en avenida Belgrano y Libertad y desde allí se dirigen al parque Aguirre para cantar el himno provincial de los santiagueños, la chacarera Añoranzas.
Ese un resorte cultural que ha provocado un hondo sentimiento de identidad, donde la gente se siente protagonista homenajeando a la ciudad. Este espacio representa un lugar en el que santiagueños y foráneos se convocan en un ámbito sin dueño, horizontal, pluralista y democrático; vienen a nutrirse,
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a alimentarse y convergen con bombos, cajas, sachas y en la edición de este año, también guitarras y otros instrumentos de cuerda, para caminar juntos con el fin de rescatar, revalorizar y proyectar la cultura de un país en pos de los mejores anhelos del “encuentro”, como un momento de comunicación muy importante de un pueblo que decidió seguir adelante.
El bombo representa el sentir santiagueño, lo anima, lo mueve y lo enardece. Este instrumento lo acompaña en las más altas alegrías, pero también está en el camino final del descanso.

ESTO NO LO ESCRIBÍ YO 
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miércoles, 21 de febrero de 2018

Cerro Uritorco - Capilla del Monte











Cerro Uritorco




EL CERRO SAGRADO
Con casi 2000 metros de altura se alza majestuosamente el cerro Uritorco, en las sierras chicas de la provincia de Córdoba, Argentina. Antes de la conquista de América, este cerro ya era considerado sagrado por los indígenas de la época llamados Comechingones.
La tradición oral que llega a nosotros a través de las creencias populares de los ancianos lugareños, nos dice que estas tribus contemplaban extasiados las luces o entidades cósmicas que surcaban el cielo, atribuyendo este fenómeno a los espíritus de los muertos milenarios que emergían de sus tumbas, cuanto más grande era la luz, mayor energía demostraba tener el espíritu. También se podían ver caminando por el cerro a hombres que desaparecían entre las piedras sin dejar rastro alguno, según parece estos seres provenían del fondo de la tierra. (¿ERKS?)

AVISTAMIENTOS PRE 1947
El fenómeno ovni tomó fuerza a nivel mundial a mediados de los años cincuenta, pero en una entrevista que tuvimos con el Profesor José Alvarez López, nos afirmó que a principio de siglo ya se sabía de las cosas raras que sucedían en el cerro Uritorco.
El profesor de física atómica nos comentaba que en el año 1915, el padre de su esposa, Don Oscar Correas que en ese entonces solo tenía 12 años, salió una tarde a pasear por las inmediaciones pero por alejarse demasiado de su casa se extravió hasta el otro día por el cerro Uritorco, y pudo observar durante toda la noche variadas luces que iban y venían iluminando todo el cerro.
En 1928, la madre de Romilio Rivero de 16 años, paseaba diariamente sus cabras en la zona de los Terrones, arriba en la sierra, pudo ver durante dos días, un objeto brillante con ventanillas, evidentemente no podía ser otra cosa que un ovni, puesto que a la zona de Los Terrones solo se puede acceder a la cima únicamente caminando e incluso en algunos tramos escalando.
En 1935, Manuel Reina y un amigo, salieron de Charbonier hacia un pueblo vecino, y de repente, en una curva del sendero, se encontraron frente a ellos a un ser con un traje brillante adherido al cuerpo como si fuera de plástico, el Ser que era de un aspecto extraño los observaba y ellos se sintieron paralizados, no podían retroceder ni tampoco avanzar, así que no les quedó otra opción que esperar hasta que el enigmático personaje desapareciera.

HUELLAS
A partir del 9 de enero 1986, la zona del Uritorco toma fama mundial debido a una de las huellas más grandes dejadas por una nave extraterrestre en la sierra del Pajarillo.
La quemazón era de 122 metros de largo por 64 de ancho. Los testigos, Gabriel Gómez de 11 años y la anciana Esperanza Gómez, hoy fallecida, pudieron comprobar como un ovni fue iluminando a su paso todas las sierras desde el cerro Pajarillo hasta su casa.
Por la mañana no solo encontraron la huella que había dejado la nave, sino que también observaron una serie de Sauces que quedaron amarillentos, cayéndoseles las hojas posteriormente, como si se les hubiese succionado toda la clorofila.
En Agosto la misma huella dio que hablar cuando un incendio quemó 20 kilómetros de sierra, y los 122 metros de la huella del Pajarillo permanecieron intactos, siendo que las matas que había en ella eran tan combustibles como las que había alrededor.
La noche del 21 de enero de 1988, en el cerro Overo, una nave deja una nueva huella de 42 metros de diámetro. Nuevamente hubo testigos, pero con la diferencia que esta vez el avistamiento fue observado por 300 personas.
El investigador Jorge Suarez fue un testigo directo y pudo apreciar mirando a través de sus prismáticos que la nave se componía de varias luces de color rojo que aumentaban de luminosidad produciendo una serie de relámpagos iluminando gran parte de la sierra.
En Septiembre de 1991, vuelve a dar que hablar la zona cuando en el pueblo del Carrizal aparece una huella calórica de 12 metros de diámetro con una temperatura de 340 grados centígrados. Se dieron muchas hipótesis del fenómeno, como la de un florecimiento volcánico, o yacimientos de cal que habían contactado con la napa de agua, o la caída de un meteorito, pero lo cierto es que también ese día hubo avistamiento de una nave extraterrestre por la zona.
Sobre la huella dos místicos realizaron una práctica de meditación para ver que es lo que había sucedido realmente en este lugar. Al terminar la sesión se encontraron sorprendidos de que los dos habían tenido la misma visión. Dos naves de luces muy potentes, una que estaba suspendida en el aire y otra bajo tierra, proyectando cada una de ellas un rayo de energía hacia un mismo punto en donde aceleraron las moléculas de la tierra generando así un gran calor dejando una huella en el terreno. Estudios posteriores realizados por ingenieros cualificados, se corroboró que por el tostado que sufrieron las piedras de cuarzo, las temperaturas al ocasionarse el fenómeno se elevaron a más de 3000 grados.


LUCES DEL URITORCO
Al día de la fecha, es difícil encontrar entre los lugareños de Capilla del Monte, alguna persona que no haya visto luces cruzando los cielos. Se podría decir que este lugar, es uno de los pocos en el mundo en que uno puede hablar tranquilamente de ovnis y no le van a tomar por loco por ello, por el contrario, la gente es muy solidaria y comparte sus experiencias de estos fenómenos. Pudimos hablar con el dueño de la sierra del Pajarillo, Don Salvador, que muy amablemente nos atendió para dejarnos pasar a ver la zona donde se habría producido la huella del Pajarillo, nos comentaba que las manifestaciones de luces en el cerro de enfrente de su casa era algo frecuente, por lo que una noche pudo ver hasta 14 salidas de luces en una hora. También nos dijo que la noche del 15 de Enero de este año, pudo observar una gran luz blanca del tamaño de una luna que hizo unos movimientos rápidos en forma de cruz y luego desapareció. Un caso similar también presenció Isabel Naitana desde su coche una noche en Los Terrones, una gran luz del tamaño de un balón de fútbol se acercó a su coche realizando movimientos en forma de cruz muy rápidos, para luego desaparecer.
Juan Kravchenco, gran ecologista de Capilla del Monte, nos contó como en una acampada en la zona de Huertas Malas, su padre que no creía mucho en estos temas, fue el que dio la voz de alarma por la presencia de una nave que bajaba vertiginosamente de los cerros hasta donde estaban ellos, posándoseles prácticamente encima de ellos, para luego retornar por el mismo lugar por donde había venido.

ERKS
La metafísica habla de la ciudad intraterrena de ERKS, palabra que corresponde al idioma cósmico, y según la ciencia hermética, lugar donde se dará la obra futura de regeneración de la especie humana. En su interior se encuentra el Templo de la Esfera y los tres espejos por los cuales hay un intercambio cósmico de datos con todas las galaxias y que también pueden seguir al detalle la vida de cada ser humano que habita en este planeta, sobre todo de aquellos que están en vías de desarrollar un intelecto superior de acuerdo a las leyes de armonía cósmica.
Se habla de la ciudad de Erks como una ciudad metafísica, pero ¿y los ruidos bajo la tierra del Uritorco?. Miles de personas en la zona,. han escuchado de diferentes maneras a lo largo de todos estos años, ruidos y movimientos de tierra. Que explicación tiene esas estruendosas y fuertes explosiones de sonido grave. De donde vienen los ruidos que se asemejan a martillos neumáticos como si hubiese una maquinaria fabril funcionando debajo. Como entender esos ruidos de engranajes como si hubieran unas inmensas compuertas que se abren y se cierran. Creo que aún nos queda mucho por saber y conocer de este lugar mágico e inquietante. Lugar que dará que hablar seguramente mas de una vez en momentos venideros.

SUCESOS EXTRAÑOS
En Capilla del Monte nos hemos encontrado en nuestra estancia, con un sinnúmero de casos inexplicables por el momento. Benedicto Pomponio, que vive con su familia hace 10 años en el pueblo y tiene su comercio en la base del Cerro Uritorco, nos dice que en una de las curvas del camino de tierra que va de Capilla del Monte a La Toma, algunos vehículos han sufrido inesperadamente unos frenazos, como si algo los succionara hacia atrás, arrastrándolos en sentido contrario varios metros sin que el conductor pueda tener intervención alguna.
Un lugar que pareciese se hubiera detenido en el tiempo hace miles de años, en donde su naturaleza irradia cierta pureza prístina es Huertas Malas, en donde algunos niños han tenido experiencias con elementales de la naturaleza, duendes y ondinas. Benedicto junto a su familia fue testigo directo de la presencia de estos pequeños seres que se cruzaron en su camino.
El mismo Juan Kravchenco bañándose en una de las tantas ollas que forman las vertientes en su bajada por los cerros, sintió la presencia y el contacto físico de las ondinas que acariciaban su cuerpo como si de un ritual se tratase.
También en estos paisajes de la edad terciaria, se pudieron plasmar en fotografías familiares, unas aureolas de colores alrededor de las personas y luminosidades por encima de sus cabezas. Se dice entre los investigadores y metafísicos que algunas de las entradas o túneles que se introducen a la ciudad de ERKS, estarían en algún rincón de este paraje milenario.


CONCLUSIÓN
La leyenda continua diciendo que la misteriosa ciudad de Erks tiene como finalidad una apertura de conciencia para que despierte un hombre nuevo en la humanidad y según las estadísticas de turismo creemos que lo está logrando. Cuando al principio del fenómeno solo subíamos al cerro Uritorco los mismos de siempre, hoy día lo hacen mas de 1000 personas diarias en busca de respuestas.
Después de 12 días de investigación pudimos certificar la existencia de luces que surcan los cielos del Uritorco, como también de los resplandores que emanan de todo el cerro hacia el cosmos como si de un mensaje se tratase, como también hemos podido comprobar que las energías del cerro despiertan un tipo de emoción superior en las personas que en él transitan, llevándoles a tener sueños y sentimientos tan profundos que hasta lágrimas de sus ojos pueden brotar. En fin, un lugar que no se puede olvidar fácilmente cuando se ha conocido. Como dice Juan José Benitez, "cuando un lugar me enamora, siempre dejo cosas por hacer para poder regresar algún día", y nosotros así lo haremos.


ESTO NO LO ESCRIBÍ YO
Fuente: Cerro Uritorco - Mantra

http://www.mantra.com.ar/contmanifestacionesenergeticas/leyendauritorco.html
















jueves, 15 de febrero de 2018

La Plata y alrededores

La Plata: experiencias agroecológicas con resultados que superan a los de la producción convencional











La propuesta permite aumentar los ingresos familiares en un 40 % trabajando un tiempo sensiblemente menor, mientras se benefician consumidores, productores y el medioambiente.
El cinturón hortícola platense es el más importante del país por su extensión. En él se producen las hortalizas frescas que consumen diariamente 13.000.000 de personas, quienes residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en el conurbano bonaerense. El sistema productivo hortícola de este cinturón verde, que incluye en sus alrededores a Berazategui y Florencio Varela, posee un acceso limitado a la tierra para la producción. Más del 40 % de la superficie se trabaja bajo la modalidad de arrendamiento o alquiler.
La producción es llevada adelante en términos generales por agricultores familiares, de origen boliviano, muchos de ellos campesinos migrantes de la zona de Tarija. Este sector social se incorporó a la producción en la década del 90, lo que permitió desarrollar la horticultura intensiva insumo-dependiente. Retomando la tradición de su zona de origen, comienzan a organizarse gremialmente, con el objetivo de lograr la adjudicación de tierras para el arraigo y la producción.
El modelo productivo en general se basa en el uso intensivo del paquete tecnológico hortícola instalado por la revolución verde: semillas comerciales, fertilizantes químicos, herbicidas, insecticidas, fungicidas, invernáculos y la utilización convencional de maquinaria agrícola para las labores culturales que se realizan sobre el suelo.
Al mismo tiempo, los costos de producción son elevados, lo cual es explicado principalmente por el precio de alquiler de la tierra, el precio de los insumos hortícolas, con su equivalencia a precio dólar, y el costo actual de los servicios de energía eléctrica, ya que de ella depende el funcionamiento de las bombas para riego. En consecuencia los horticultores se ven obligados a trabajar a un elevado y extenuante ritmo de autoexplotación, para lograr vivir en condiciones que rozan la marginalidad.
En el seno de este mar de producción hortícola convencional, organizaciones de productores como la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) vienen construyendo en el territorio una propuesta agroecológica para la producción hortícola con resultados que superan ampliamente a los obtenidos por la producción convencional.

La propuesta tiene varias aristas de análisis, entre las que sobresale la producción de verdura que se realiza sin la utilización de agroquímicos de síntesis industrial, certificada por la propia organización. Esto evita la contaminación del agua y de la tierra y las acciones tóxicas sobre las personas, tanto aquellas que producen como las que consumen la verdura.
Asimismo, el sistema productivo se desarrolla mediante prácticas agroecológicas que permiten conservar la sustentabilidad del suelo, controlar las plagas y las enfermedades, utilizando biopreparados de formulación casera y recuperando prácticas culturales ancestrales, lo cual reduce sustancialmente los costos.
Una huerta típica de transición agroecológica en la zona del gran La Plata se caracteriza por ser una pequeña parcela de campo, con una dimensión total de la parcela que alcanza un cuarto de ha (2500 m2). Esto incluye una proporción de cultivos bajo invernáculos. Los trabajos del suelo se realizan con maquinaria agrícola pero incorporando criterios conservacionistas. El suministro de agua para riego se realiza por medio de la tecnología de goteo, lo cual promueve la eficiencia y evita procesos erosivos y de salinización. Al mismo tiempo la planificación de los cultivos se realiza en función de la época y considerando criterios de asociación agroecológica. Los bioinsumos que acompañan el proceso de producción solo incluyen abonos naturales (verdes y estiércol, compost etc.), fertilizantes orgánicos y productos fitosanitarios alternativos a los de síntesis industrial lo que permite el adecuado control de plagas y enfermedades. La construcción y presencia permanente de los corredores biológicos, compuestos por plantas aromáticas y flores, propician la presencia de aromas y colores que contribuyen fuertemente a mejorar el control biológico de plagas.
La experiencia de este trabajo permite acercarse al planteo del comité asesor para las Naciones Unidas contra la discriminación alimentaria. En un informe a la asamblea general del año 2010 se plantea que, con el debido apoyo, la agroecología permitiría duplicar la producción alimentaria en 10 años.



































jueves, 8 de febrero de 2018

Gaiman

 

Gaiman: costumbres galesas en estado puro 

Es un pequeño pueblo que no se escucha mucho a nivel nacional. Sin embargo, los turistas que llegan a Puerto Madryn (a 72 kilómetro de allí) o a Trelew(a 17 kilómetros de Gaiman) no dejan de escuchar recomendaciones de visitar una tranquila localidad con pintorescas costumbres galesas y un riquísimo té. Se trata de Gaiman.
Antigua casa, GaimanLa primera casa construida en Gaiman.
Quizás como ninguna otra provincia de la Argentina, Chubut recibió una fuerte inmigración galesa a fines del siglo pasado, más importante incluso que la española o italiana. Sus integrantes se concentraron sobre todo en dos puntos de la provincia: en la cordillera, en Trevelin (un pueblo con características similares a este), y sobre el valle del río Chubut, al este. En este último punto, Rawson, Madryn y Trelew se formaron y nutrieron con aquellos galeses dispuestos a trabajar la tierra; pero la localidad en la que más lograron conservar sus tradiciones fue en Gaiman.
Fue el primer municipio de Chubut y durante décadas el centro más prestigioso de la colonia por su producción agropecuaria.
Curiosamente, y a pesar de toda esta tradición, el origen del nombre de esta localidad no es galés sino tehuelche y quiere decir: "Piedra de Afilar" o "Punta de Piedra".
Así es que quienes deseen conocer un pueblo galés casi quedado en el pasado, con idioma, arquitectura y costumbres de ese origen, no pueden dejar de visitar Gaiman.

Capilla Galesa, GaimanCapilla galesa en Gaiman.

Muy cerca de la localidad, en el paraje Bryn Gwyn, encontramos el Primer Parque Paleontológico de Sudamérica (verdadero museo al aire libre). Realizado por el MEF de Trelew, permite observar los restos fósiles en los estratos correspondientes a las distintas eras geológicas que habitaron a lo largo de 40 millones de años, y que termina por completar un atractivo único en esta increíble, extensa y misteriosa Patagonia.
La escritora Ester de Izaguirre se refiere a Gaiman en el prólogo del libro "H.E. Bowman, fotografías, de Stella M. Dodd" en estos términos:
"es verde en verano, con todas las gradaciones imaginables del oro en otoño, blanquecino como los acantilados de Dover en invierno, con su estilo arquitectónico galés, sus recoletas costumbres, su idioma y sus convicciones religiosas que como en una custodia guardaron sus habitantes desde la Colonización".

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Fuente:  Gaiman: costumbres galesas en estado puro - Gaiman ... 




viernes, 2 de febrero de 2018

Carhué - Epecuén

agua mala










La noche del 10 de noviembre de 1985 el pueblo de Villa Epecuén ubicado en el partido de Adolfo Alsina, Buenos Aires, quedó sumergido bajo ocho metros de agua por la crecida de un lago. La tragedia fue la consecuencia de varios factores: altas precipitaciones, obras inconclusas en la regulación de canales y la negación de las autoridades que se empeñaron en ocultar los riesgos y minimizar la situación, hasta que tuvieron el agua al cuello.
Se cumplieron 30 años de la tragedia y cerca de mil personas asistieron a la conmemoración del aniversario, donde realizaron distintas actividades para recordar aquel poblado de 1.500 personas que un día fué uno de los polos de turismo termal más importante del país. La calle principal y los edificios más representativos del pueblo fueron iluminados en un cielo estrellado y un clima de emotividad. Asistieron antiguos residentes, turistas de diferentes partes de Argentina y del mundo, y vecinos de Carhué, la localidad más próxima.
Además, se recrearon “las tardecitas de tango” en una esquina representativa del lugar donde el bandoneonista Alfredo Ércoli solía presentarse, en un escenario improvisado entre los escombros al que agregaron luces de colores y mesitas, para que la gente recordara el espectáculo cuando el pueblo tenía vida. Se realizaron actividades en el acceso a la villa, donde las autoridades comunales, invitados especiales y vecinos inauguraron placas identificatorias en la Avenida de Mayo, calle principal del balneario.
El director de turismo de la municipalidad de Adolfo Alsina, Javier Andrés, señaló que “en las construcciones se colocaron placas con el nombre de las familias a las que le pertenecía; también en los comercios y hoteles”.
La ciudad estuvo 20 años cubierta por agua salada pero desde hace diez las sequías facilitaron el retroceso del lago y hace tres que el casco de la ciudad se tornó transitable. La villa se convirtió en un nuevo atractivo turístico para la zona, que fue estudiado por antropólogos y sociólogos por la forma en que sus pobladores tuvieron que afrontar la catástrofe, incluso con juicios contra el estado provincial y en los que recuperaron no más de la mitad del precio de sus casas.
Un poco de historia
Epecuén, fundado en 1921, fue famoso por sus condiciones terapéuticas a través de las aguas saladas del lago homónimo. Los visitantes buscaban alivio para sus problemas de articulaciones, huesos y piel. Al lado de los hoteles comenzaron a establecerse trabajadores y propietarios y así, para 1930, la Villa Lago Epecuén ya contaba con una iglesia, una escuela y todos los servicios necesarios para el desarrollo de un pueblo.
En la década del 70 llegó a recibir a 25.000 turistas en sus 6.000 plazas hoteleras que sumaban 250 establecimientos comerciales.
En 1975 se construyó, en las Encadenadas del Sur, el Canal Ameghino para equilibrar las aguas y evitar inundaciones en el sur bonaerense, pero eso elevó el nivel del lago. Ese peligro no fue debidamente contemplado y cuando el terraplén cedió, la suerte de la villa turística quedó echada: el agua comenzó a subir a un centímetro por hora. En dos semanas, los 1.500 habitantes dejaron la villa en una penosa mudanza que los llevó en principio a Carhué, de donde ahora algunos volverán al homenaje.
El terraplén se había comenzado a edificar en 1977 con el objetivo de proteger al pueblo de un ciclo húmedoque atravesaba no sólo por las lluvias sino también por el Canal Ameghino -que se había construido por un problema de sequías- el cual regulaba el caudal de agua del sistema de lagunas Las Encadenadas, del que la de Epecuén es la última y más baja.
“El trabajo fuerte de evacuación duró 15 días y no hubo ninguna fatalidad”, explicó Miguel Angel Sottovia, fundador de Bomberos Voluntarios de la localidad, y agregó que después de evacuar Epecuén se tuvieron que encargar del cementerio, y así lo hicieron con una lancha, una camioneta y un largavistas.
En Carhué -un destino que actualmente atrae a turistas nacionales y extranjeros no sólo por las propiedades curativas de la laguna sino para recorrer las ruinas- también se alojaron la mayoría de los residentes de Epecuén, como Mirta Stoessel quien tenía un hotel en el pueblo que quedó bajo el agua.
“Hay mucha gente que no falleció en la inundación pero sí después, por el tema de la tristeza y por la impotencia de haber perdido todo. Salías con una mano atrás y otra adelante”, manifestó Stoessel quien ahora tiene un apart hotel en Carhué y pudo retomar su vida.

Fuente: Télam



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