Red de escritores en español

miércoles, 10 de marzo de 2010

Dia internacional de la mujer.

Y este Lunes se conmemoró el día internacional de la mujer. No se. Pero para mi si queremos poner en igualdad los dos géneros tambien tenría que haber un día del hombre. Y si no que no haya días para ninguno de los dos. Porque poniendo un día especial solo para la mujer es como que la estaríamos diferenciando. O sino llamarlo "Dia internacional de los derechos de la mujer" ¿ Sonaría mejor no?



















Acto de celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en Managua (1988).




Celebración del Día Internacional de la Mujer en Barcelona (2009).

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora (o también Día Internacional de la Mujer) se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países.
La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia y reflejada por Aristófanes en Lisístrata, quien empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y que se vio reflejada en la Revolución francesa: las mujeres parisienses, que pedían "libertad, igualdad y fraternidad", marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.


Cronología
Se ofrece a continuación una breve cronología de los acontecimientos más destacados.
La Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés.

Año 1911
Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.

Años 1913 y 1914
En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.

Año 1917
En el año 1917, como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar, y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
Desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de México.

El día de la mujer en el movimiento obrero.
Aún con los hechos redactados en la anterior cronología, la historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en esa fecha del año 1908, cuando murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
También se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York.
En el estudio realizado por Isabel Álvarez González y publicado bajo el título Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945 (KRK-Ediciones, Oviedo, 1999), el incendio que se vincula con la celebración de esta fecha no fue el 8 de marzo sino el 25 de marzo de 1911, pocos días antes de la celebración del primer Día Internacional de la Mujer, en la empresa Triangle Shirtwaist.
La manifestación a la que muchas veces se hace referencia, no habría ocurrido el 8 de marzo de 1908 ni de 1857, como muchas fuentes señalan, sino el 27 de septiembre de 1909; a partir de noviembre de 1908, según otras fuentes, en el marco de una huelga de más de trece semanas de duración que las empleadas y empleados del sector textil realizaron en el East Side de Nueva York. Participaron más de 20.000 obreros, en su inmensa mayoría mujeres. Durante esas 13 semanas padecieron hambre, ataque de esquiroles, detenciones (más de 600), despidos... pero consiguieron las peticiones reclamadas. El 8 de marzo de 1909 se convocó una manifestación exigiendo, de nuevo, mejoras de condiciones para las mujeres emigradas y la abolición de la explotación infantil así como el derecho al voto de las mujeres.
Las historiadoras Liliane Kandel y François Picq afirman que el mito que sitúa la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer.
Aun así, tal y como reconoce la historiadora Mari Jo Buhle en su obra Women and American Socialism 1870-1920 (Las mujeres y el socialismo norteamericano 1870-1920), el incendio de la Triangle Shirtwaist Company fue de una gran transcendencia en la historia social de los Estados Unidos y del movimiento obrero y feminista, al dar muerte a las obreras que en 1910, el año anterior al mismo, habían protagonizado la primera huelga llevada a cabo exclusivamente por mujeres en demanda de mejoras en su situación laboral.


Celbración del 8 de marzo en Dhaka, organizado por Jatiyo Nari Shramik Trade Union Kendra (Sindicato de unidad nacional de mujeres trabajadoras) de Bangladesh

¡Y gano!



¡Y ganó nomas! El segundo Oscar para el cine nacional. La primera había sido " La historia oficial" Alla por 1985. Esto demuestra que cuando las cosas están bien hechas, pensadas y trabajadas pueden dar buenos resultados.




viernes, 26 de febrero de 2010

Carnaval toda la vida

Y bueno. Ya se termina el mes. Otro Febrero que se nos va. Y entre tantos vaivenes que tuivimos con el clima, la política, la economía, etc no hay que dejar de pasar por alto los festejos del Carnaval. Y aca en este blog se lo recibe así.


Tambores que suenan bajo la luna
y diablos que salen a bailar.
Desparramando amor y alegría
por los barrios de la ciudad.

Vengan políticos retrógrados
individuos con arma o traje militar.
Los parches seguirán sonando
y nadie los va a callar.





























































































































































































Otros carnavales













jueves, 18 de febrero de 2010

En una tarde de verano.

En una tarde de verano.

En una tarde de verano
me decidí por escribir esta poesía.
Mirando los árboles y escuchando a los pájaros
que con su canción me hacían compañía.

Imaginando cuando hayan pasado mas de mil Sábados
de que modo encontraría a mi vida.
Si mi corazon alguna vez latiría en vano
o si se hallaría saltando de alegría.

En una tarde de verano
me decidí por escribir esta poesía.
Sintiendo como el viento acariciaba mis brazos
mientras el sol dibujaba todo el paisaje desde arriba.

Pensando en los momentos que por el camino se fueron cruzando
para luego archivarse en la bolsa de manera definitiva.
Y viendo como el tiempo anda tan acelerado
que ni siquiera llegamos a notar lo rápido que camina.

Por eso te digo a vos que estas del otro lado
que no dejes de bailar durante el tiempo que le resta a tu vida.
Sin dejar para después lo que hoy pudiste haber realizado
porque cuando uno se va ya no hay nada que le sirva.

martes, 9 de febrero de 2010

El viejo

El viejo

Las embravecidas olas de aquel mar golpeaban contra la costa. Atrás los tamariscos que crecían en los médanos bailaban con el viento. Y a lo lejos el pequeño pueblo aún dormía en aquellas tempranas horas de la mañana. Era un día nublado.
El viejo se hallaba tranquilamente pescando como solía hacerlo habitualmente. Dejaba la caña clavada en la arena y mientras tanto, entre recogida y recogida, se iba a su carpa ubicada a pocos metros. Allí escuchaba la radio mientras tomaba unos mates.Al mediodía se dedicó a limpiar los pocos pescados que había sacado, juntar unas ramas y ponerlos a cocinar en una pequeña parrilla que tenía. Después los comió.
Luego se tiró en la arena a dormir una siesta. Y cuando se levantó se puso a comer un trozo de pan mientras fumaba algunos cigarrillos.Le pareció ver que a lo lejos había una figura humana. Le resultó extraño. Casi nunca pasaba nadie por esa playa. Penso que tal vez se tratara de alguna ilusión óptica.
Cuando estuvo mas cerca comprobó que era real, que era un cuerpo femenino que aparentemente se dirigía hacia donde estaba él.Enseguida la tuvo a su lado. Se trataba de una chica rubia, de ojos verdes, que aparentaba unos veinte años. Quien dijo que vivía en ese pueblo que había mas allá, pero que se peleó con su novio y decidió irse. A la vez que le pidió cobijo.
El viejo le respondió afirmativamente y se puso a pescar. Ella se dedicó a limpiar lo que él sacaba separando la carne que sirve de la que no.Al caer la noche comieron lo que él había pescado. Después hicieron un fogón.
Estuvieron hablando un largo rato hasta que ella empezó a acariciarlo. Enseguida lo tomó del cuello y lo besó. Luego entraron a la carpa y se acostaron abrazándose uno al otro.
La mañana siguiente se presentó de manera espléndida. Sin viento y con un sol radiante que iluminaba unas aguas totalmente calmas. El viejo se levantó y encontró todo normal. Solo que ella ya no estaba.

domingo, 17 de enero de 2010

Black.

Black.

Black se la pasaba jugando en el taller de Ernesto. Mordía las herramientas, se subía a los autos que le dejaban los clientes. Tampoco faltaban las veces que iba a correr al baldío que había enfrente para después volver con alguna rama en la boca. Y luego de cada lluvia salía a la vereda a espantar a las palomas que se bañaban en los charcos de la vereda empapándose todo.
Ernesto hacía varios años que lo tenía. Se lo había regalado un amigo. Cuando su perra tuvo cinco cachorros y no pudo hacerse cargo de todos. Desde entonces él lo crió. Siempre lo bañaba, cada tanto lo llevaba al veterinario. Ademas de hacerle mimos y darle comidas con buena cantidad de alimento.
Un día Ernesto murió. De repente Black se vió solo y sin nadie que lo cuide. Lloraba, le lamía la cara. Iba inquieto de un lado a otro como esperando que se despierte, cosa que jamás ocurrió.
Cierta mañana decidió irse. Recorrió calles, caminos de arena y alguna que otra avenida. Por las noches ya no dormía calentito en su cucha, sino que lo hacía en la vereda. Soportando el frío de las baldosas junto al viento que le helaba el cuerpo. Para calmar la sed tomaba agua de la zanja. Y solo comía cuando encontraba algo en la basura o algún resto de pescado en la playa. Lo que hizo que adelgazara varios kilos.
Otra vez tampoco la pasó muy bien. Unos perros devoraban el cuerpo de una gaviota que había caído muerta en un descampado. Apenas fué a dar un mordisco varios de ellos lo atacaron provocándole heridas en el lomo.
Mas tarde encontró una obra. Si bien no era el lugar ideal estaba mejor que antes. Sus ocupantes muchas veces le ponían un enorme tacho con agua para que tome y cuando hacían asados le daban las sobras. Allí tuvo que acostumbrarse a la presencia de un gato. Primero se llevaban mal. Se peleaban por la comida, por quien iba primero a tomar agua. Black lo mordió varias veces. Al tiempo que este le dió unos cuantos rasguños. Pero luego se fueron acostumbrando a convivir. Jugaban, se repartían la comida. Y dormían uno pegado al otro para cuidarse y darse calor.
Cierto día, debido a que el dueño de esa futura casa se quedó sin plata, esa obra quedó suspendida y sus ocupantes no vinieron mas. Así que Black tuvo que salir de nuevo a la calle a pelear por su supervivencia. Al principio lo hizo junto a su nuevo amigo. Este se trepaba a los árboles para cazar pajaritos y él los despedazaba separando la carne buena de la que no sirve. Después este último se fué tras una gata y Black no lo volvió a ver.
Hasta que finalmente llegó el verano. Al igual que como ocurría año tras año ese pueblo volvía a llenarse de gente. Familias enteras que aprovechaban para estar juntas, fuera del ritmo que imponen la escuela o el trabajo. Abuelos que buscaban tranquilidad o grupos de muchachos que veraneaban siempre allí y se conocían desde hace tiempo. En esa época era cuando Black mejor estaba. La gente al verlo lo acariciaba, le dejaba agua y comida en la puerta de su casa. En la playa los niños le jugaban tirándole pelotitas o discos de plástico.
Una tarde una señora paseaba a su perra. Era de raza siberiana. Pelo blanco y ojos grises. Todo lo contrario de Black, que era bien negro. Se le acercó y estuvieron olfateándose un largo tiempo. Luego la señora se la llevó haciendo que Black volviera a quedarse solo. Sin embargo y sin que su dueña sepa la siguió. Vivía en un chalet de un piso. Con ladrillos en las paredes, tejas rojas y puertas y ventanas de madera barnizada. Allí se pasaba los días. Yendo y viniendo desde el interior de la casa al jardin que había en la entrada. El cual tenía un pino y varios malvones color fucsia.
Al llegar la noche y una vez que se apagaron las luces de la casa apareció Black. Entre las maderas de la verja alcanzó a ver que la perra dormía en el jardin. La saltó. Ella se despertó de un susto. Pero al ver que era él se tiro boca arriba en el pasto dejando que la olfateara. Después ella se levantó y empezó a hacerle lo mismo. Estuvieron un largo tiempo así. Hasta que apareció el dueño. Quien al verlo a Black lo corrió con un palo hasta echarlo. Y a su perra la metió adentro cerrando la puerta de calle.
Otro día los jefes de aquella familia dormían la siesta. Sus dos hijos estaban en la vereda. Jugando con una pelota junto a varios amigos. Loba, su perra, los acompañaba. De pronto llegó Black. Ella se levantó y corrió hacia él. Después ambos se revolcaron. El intentó subirsele encima pero los dueños de Loba se lo impidieron. Lo que hizo que Black se marchara a paso lento. Con la cabeza gacha y la cola entre sus patas de atrás.
Una tarde la señora tomaba sol en la arena. Tenía los ojos cerrados. El resto de la familia había ido al agua. Apenas vió a Black Loba fué en silencio hacia donde estaba él. Se saludaron olfateándose y lamiéndose hasta que empezaron a caminar.
Luego de recorrer varios kilómetros llegaron a un lugar solitario, bastante alejado del pueblo. Allí se bañaron. Y mientras se secaban jugaban a correr a las gaviotas que bajaban a la orilla.
La luna empezaba a asomarse tímidamente. El sol de a poco se fué ocultando entre los tamariscos que crecían en los médanos. Black se metió de nuevo en el mar. Solo que esta vez regresó con un pez en la boca. Al rato trajo otro. Le dió uno a Loba y ambos se pusieron a cenar.
Horas mas tarde la noche los encontró jugando en la arena. Una vez que se cansaron Loba dejó caer su cabeza sobre el lomo de Black y los dos se durmieron.
Días después caminaron de nuevo a la casa de Loba pero sus ocupantes ya no estaban.
De a poco las semanas fueron pasando. Ya terminaba el verano. Se notaba en los días, que eran menos largos y calurosos. Y sobre todo en las casas, que volvían a estar cerradas y con el pasto cada vez mas alto. Ellos seguían siempre juntos. Jugaban, se revolcaban en los médanos, en algún baldío o en el medio de la calle. Total no había nadie. Solo en raras ocasiones pasaban autos, bicicletas o personas caminando. Razón por la cual tambien hacían el amor libremente, sin que nada los interrumpa.
A medida que los meses pasaban Loba notaba que le costaba correr o hacer fuerza al tiempo que no paraba de engordar. Varios perros callejeros habían intentado acercarse a ella pero Black se encargó de espantarlos.
Hasta que un buen día de su vientre salieron cuatro cachorros similares a Black.

lunes, 4 de enero de 2010

Enero

Y ya empieza el mes dse Enero. Un nuevo año, una nueva década. Otro verano.
Dan ganas de dejar esta ciudad gris que nos envuelve y salir a tomar un poco de aire fresco. A ver las olas que lamen la arena, al sol asomándose en un hermoso campo pintado de verde, a la luna reflejándose en las aguas cristalinas de algún arroyo, a las altas montañas que nos hacen saber lo que es sentir las nubes de cerca.