Red de escritores en español

jueves, 26 de febrero de 2009

Parece mentira, ya se va una decada

Parece mentira. Hablando de tiempo. Ya estamos en 2009. Pensar que no hace mucho se hablaba de la llegada del 2000. De que en este nuevo milenio iban a haber autos que vuelan, algunos pronosticaban el fin del mundo, otros decian que el efecto y2k iba adañar todas las computadoras. Sin embargo nada de eso ocurrio.


Y que pasaba en los '90
























































Buenos Aires, 4 sep (EFE).- El cineasta argentino Fernando "Pino" Solanas continúa su serie de documentales sobre el país con "Próxima estación", que se estrena hoy en Buenos Aires y analiza el deterioro del sistema ferroviario tras la privatización del servicio, así como las funestas consecuencias para la población.
El documental culpa del "ferrocidio" al ex gobernante Carlos Menem y acusa al matrimonio Kirchner, compuesto por el ex mandatario Néstor Kirchner y su esposa, la actual presidenta, Cristina Fernández, de no ser capaz de reflotar el sistema ferroviario, algo que para el director "es una urgencia económica y una batalla cultural".
El Gobierno de Menem (1989-1999) se cebó en las privatizaciones, especialmente con el gremio ferroviario.
En la década de los noventa esa política provocó 85.000 despidos, el cierre de unas 800 estaciones de tren, lo que convirtió a sus respectivas localidades en pueblos fantasma, y obligó a casi un millón de personas a emigrar a los suburbios de las grandes ciudades.
Además, al suprimirse el 80 por ciento de los trenes, el transporte de cargas y pasajeros pasó a las carreteras, que se saturaron y registraron drásticos aumentos de accidentes de tránsito.
Es el panorama que presenta el director argentino en su nuevo documental, que continúa con la serie abierta en 2004 con "Memoria del saqueo", un trabajo sobre las consecuencias de la crisis económica y social de 2001 en el país.
Después, Solanas se dedicó a plasmar las pequeñas victorias y hazañas cotidianas de "los nadies" en "La dignidad de los nadies" (2005), y las grandes obras de ingenieros, técnicos y físicos argentinos en "Argentina latente" (2007).
Con "Próxima estación", el director retoma su visión costumbrista de Argentina para denunciar, mediante imágenes de archivo, entrevistas y reflexiones personales, el deterioro y abandono del "único transporte que puede llegar a destino en las peores condiciones climáticas".
"Es el medio de transporte más seguro, menos contaminante y más económico, y es de ocho a 10 veces más barato que el transporte automotor", defiende Solanas en una carta a los lectores publicada en su página web.
Argentina tiene hoy una red ferroviaria de unos 7.000 kilómetros, frente a los 27.600 kilómetros ofrecidos en concesión en la década de los años 90, con la privatización de Ferrocarriles Argentinos.
En 1948, en su máximo esplendor, la empresa estatal administraba unos 47.000 kilómetros de vías férreas.
Un pueblo nacido y detenido por la explotación minera

La historia oficial dice que Sierra Grande fue creada en 1890, para atender a los ganaderos y visitantes de la zona. Y que en 1944 se descubrieron yacimientos de hierro en sus alrededores.
Pero la historia grande de Sierra Grande empezó a esciribirse en 1969, cuando la empresa Hipasam SA se instaló allí y comenzó a realizar la explotación de hierro. Era una empresa del Estado, y durante más de 20 años hizo florecer a este poblado del sureste de la provincia de Río Negro. Tanto, que llegó a convertirse en la mina de hierro más grande de Sudamérica. Sus 96 kilómetros de túneles y más de 500 metros de profundidad daban trabajo a miles de habitantes.
Sin embargo, la época floreciente para esta empresa se acabó y con ella, también la vida del pueblo. En 1991, y en un cambio de la política económica, el gobierno nacional de turno decició mediante un Decreto Presidencial sellar su cierre. A partir de allí, la incertidumbre se adueñó del lugar y la emigración de los habitantes llegó a convertirlo casi en un pueblo fantasma. Afortunadamente, no llegó a matarlo.




Con el proceso de hiperinflación de 1989 se profundiza el declive del gobierno radical, otorgándole el triunfo electoral a su contrincante, el partido justicialista. En el siguiente gobierno, por una parte, se implementa un discurso sostenido en la promesa de combatir la inflación, aumentar los salarios e impulsar una revolución productiva que permita levantar las persianas de las fábricas, eliminando así los problemas del desempleo. Por otra parte, se desarrolla una política de cooptación de la dirigencia político-partidaria y sindical, con el objeto de neutralizar la capacidad organizativa y de movilización de los sectores populares. En ese contexto, a comienzos de 1991, se implanta el Plan de Convertibilidad (Se fija por ley que un peso equivale a un dólar), la apertura total de la economía y la privatización de las empresas y los servicios estatales (Quintar y Argumedo. 2000).
Como consecuencia de la racionalización del empleo que acompaña a la reestructuración industrial y la privatización de empresas públicas llevada adelante por este modelo económico, durante la década de 1990 el primer shock de desempleo tiene lugar en el sector público donde se produce una pérdida de 600.000 puestos de trabajo. Asimismo, el sector industrial pierde otros 200.000 puestos durante los últimos 5 años del período, debido a la apertura económica externa (Borello y otros. 2000). Así, a pesar del aumento del Producto Bruto Interno (PBI) que se verificó hasta el año 1999 –fecha en que este comenzó a declinar dando lugar a una recesión que se mantiene hasta la actualidad– durante esa década se produjo una destrucción de puestos de trabajo, un aumento del desempleo abierto y, en particular, de la subocupación y precarización de las condiciones de trabajo.
De acuerdo con las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (2000) la suma de las tasas de desempleo y subempleo –que dan cuenta de la proporción de la población económicamente activa con problemas laborales– pasó del 18 por ciento, en 1990, al 27 por ciento, en 1998. A su vez, en el último quinquenio de los noventa cayeron los ingresos del 90 por ciento de los trabajadores a pesar de que el 80 por ciento de ellos estaba recibiendo un salario inferior a la canasta familiar, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Por otra parte, según la misma fuente, la proporción de trabajadores asalariados en condiciones precarias (carentes de estabilidad laboral, aportes jubilatorios y prestaciones sociales) creció en esa década de un 25 por ciento a un 36 por ciento, hecho por el cual a comienzos de 1998 la proporción de hogares bajo la línea de pobreza alcanzó también un 36 por ciento.
Este proceso, a su vez, fue acompañado por un progresivo aumento de la brecha entre ricos y pobres, como producto de la mantenida distribución regresiva del ingreso (Altimir y Beccaria. 1998).
En la última década, la transformación en la composición del empleo, asociada a un significativo crecimiento del desempleo y del subempleo, también afectó significativamente a la población de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA),







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La ciudad cordobesa de Río Tercero conmemorará hoy los ocho años de la explosión de la fábrica militar que el 3 de noviembre de 1995 mató a siete vecinos e hirió a centenares de ellos, cuando faltan pocos días para que se conozca un peritaje oficial que indicaría que los estallidos fueron provocados y no accidentales.
Cuatro peritos oficiales de la Universidad de Córdoba y dos peritos de las partes tienen a su cargo la redacción del informe final en el que se analizan las pruebas realizadas en el polígono de Serrezuela entre el 15 y el 17 de septiembre pasado.
Las pruebas de Serrezuela no dejaron lugar a dudas sobre el origen intencional de la explosión.
La fábrica de Río Tercero fue el sitio donde se embalaron en contenedores las armas del Ejército contrabandeadas a Croacia y a Ecuador entre 1991 y 1995, por medio de tres decretos secretos firmados por el ex presidente Carlos Menem y sus ministros.
La explosión de 1995 ocurrió cuando la Justicia avanzaba en la investigación del contrabando de armas y los investigadores empezaban a colocar la fábrica bajo la lupa.
Ayer, el diario La Voz del Interior adelantó que el peritaje oficial descartaría el accidente y confirmaría que el siniestro fue planificado.
Consultada por LA NACION, Ana Gritti, querellante de la causa y viuda de una de las víctimas, expresó que aún faltan entre diez y quince días para que los peritos entreguen el dictamen.
"A partir de lo que pudimos ver en las pruebas, yo no tengo dudas de que se descartó totalmente la tesis del accidente, que tanto se quiso defender durante estos ocho años", opinó.
Gritti agregó que en Serrezuela también pudo confirmarse que las explosiones fueron dirigidas mediante contraexplosiones simultáneas. "Esto explica por qué el ángulo de la onda expansiva se abrió sobre la ciudad y no sobre el sector químico de la fábrica."
El peritaje de Serrezuela fue ordenado por el Tribunal Oral Federal N° 2 de Córdoba, que el año próximo tiene que realizar el juicio oral a cinco ex directivos de Fabricaciones Militares, tres de ellos militares.
Puesto que la causa está caratulada como estrago culposo y los cinco acusados sólo están imputados de negligencia, si el dictamen confirma que no hubo accidente, sino una fría planificación, habrá que recaratular la causa como homicidio.





miércoles, 25 de febrero de 2009

se viene la 10 feria del libro independiente

DOMINGO 29 DE MARZO
10ma FERIA DEL LIBRO INDEPENDIENTE Y ALTERNATIVA

en el estacionamiento de SocialesParaguay y Azcuenaga--

Se viene la 10ma FLI(A)Feria del libro independiente y alternativaDomingo 29 de Marzo 12 a 23hsen el estacionamiento recuperado por los estudiantesen la Facultad de Sociales, M T Alvear y Azcuenaga, Bs. As.

Más de 100 puestos de libros, editoriales, escritorxs independientes, publicaciones alternativas y fanzines.ProyeccionesCharlas-debatesMuestras de arte visualPoetas y música en vivoSorteo de libros, radio en vivo, y amor, mucho amor

Contactate para participar con tu material:
Prensa y difusión: Info.flia@gmail.com
Puestos: flia.stands@gmail.com
Proyecciones: flia.proyecciones@gmail.comArtes visuales: flia.artevisual@gmail.com
Charlas-Debates: flia.charlas@gmail.com
Poesía en vivo: flia.escenario@gmail.com

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MAS INFO:info.flia@gmail.comferiadellibroindependiente.blogspot.com

Próximamente web propia!
Si llueve se pasa para el domingo 5 de abril

1ra FLIA- Sexto Kultural- mayo 2006 2da FLIA- Sexto Kultural- septiembre 20063ra FLIA- Asamblea Palermo Viejo- diciembre 20064ta FLIA- Sexto Kultural y Mutual Sentimiento- mayo 20075ta FLIA- Facultad de Filosofia y Letras (U.B.A.)- octubre 20076ta FLIA- Mercado de Flores- diciembre 20077ma FLIA- Sexto Kultural y Mutual Sentimiento- mayo 2008 8va FLIA- IMPA -Fábrica recuperada- julio 20089na FLIA - La nueva esperanza - fabrica de globos recuperada- octubre 2008


http://www.poesiaurbana.com.ar/



martes, 24 de febrero de 2009

Tener y no tener tiempo

ADNCultura www.adncultura.com Sabado 21 de Febrero de 2009

Tener y no tener tiempo
Aunque la tecnología nos permite resolver cada vez con mayor rapidez cuestiones prácticas, vivimos, de un modo paradójico, agobiados por la sensación de que el tiempo de que disponemos nunca es suficiente para todo lo que quisiéramos o debiéramos hacer. Las cosas que poseemos "cuanto más valiosas, más demandantes" nos imponen cuidados y preocupaciones absorbentes; por otra parte, la oferta de nuevos bienes y la proliferación de estímulos hacen que corramos una carrera desesperada para adquirirlos y disfrutarlos. A ese ritmo enajenado, se nos va la vida luchando por la esclavitud como si lo hiciéramos por la libertad e ignorando qué es el tiempo que nos consume.

Por Diana Cohen Agrest Para LA NACION "Combatir al tiempo". "Correr una carrera contra el tiempo". "Ganarle al tiempo". Las ocupaciones se superponen haciendo del hombre un esclavo del tiempo. Éste configura nuestra vida privada y nuestros hábitos sociales, en particular en una cultura monocrónica que desde siempre estipuló un tiempo socialmente aceptable para levantarse, otro para almorzar y otro para ir de copas. Mientras tanto, el auto, el Blackberry, la tarjeta de crédito son bienes bifrontes: uno de sus rostros nos ahorra un tiempo incalculable en operaciones hoy incorporadas a la vida común. Pero hay otro rostro menos benéfico: esos bienes suelen ser conquistados a costa de cierta libertad, pues su gestión y administración obliga a invertir un esfuerzo que podría ser volcado en otras ocupaciones. Cada uno de esos trofeos lleva consigo el tiempo invertido en comprarlo o mantenerlo o asegurarlo. Y en esos actos exigidos por las cosas, que cuanto más valiosas se tornan más demandantes, se nos va el tiempo y la vida con él, luchando por la esclavitud, decía Spinoza, como si lucháramos por la libertad. Persiguiendo el "tener", como se suele decir, nos perdemos de ser. Porque, aunque cueste admitirlo, más tarde o más temprano, Cronos devora a sus hijos sin hacer excepciones ni atender a favoritismos: el presente es un pasaje hacia el pasado, y el futuro también lo será. Destino fatal de todo lo viviente, también es el nuestro. No todos viven sometidos a las exigencias del tiempo. Quienes han quedado fuera de la cadena productiva –por vejez o, cada vez más, porque han sido excluidos de la economía de mercado– sobreviven aplastados bajo el peso de un tiempo abundante, innecesario e inútil, en el cual no tienen nada que hacer. Un tiempo en que "no pasa nada". Sus abuelos, en un mundo más misérrimo pero signado todavía por la esperanza, vivían sometidos al tiempo impersonal del ritmo fabril, marcando sus ingresos y salidas laborales. Los marginados de hoy, en cambio, sólo pueden matar el tiempo a la vez que éste los mata lentamente. Vivimos agobiados por una sensación que, como una sombra, nos persigue: en una época en que contamos con dispositivos que nos ahorran un tiempo precioso, hoy, más que nunca, no podemos liberarnos de la sensación de la falta de tiempo.
Ya el mismísimo Zenón se había percatado de que cuando no se lo trata como a un enemigo, aludimos al tiempo valiéndonos de imágenes espaciales (y por eso cayó preso de su paradoja, por reducir el tiempo al espacio, entendiéndolo por analogía con el espacio). Y no es por capricho: dado que el tiempo es inaprensible para el imaginario humano, nos referimos a él según un esquema espacial. Así buscamos "llenar el tiempo", como si éste fuera una bolsa vacía de supermercado cuyo espacio puede ser ocupado con hechos. O mejor aún: solemos representarlo con un segmento continuo, o bien lo retenemos en nuestra imaginación con una línea discreta, dividida según las horas, días, meses, años, todos ellos instrumentos de la organización humana condensados en el reloj o el calendario. En cualquier caso, el fluir del tiempo, paradójicamente, no se experimenta en sucesos temporales sino que se vivencia en el espacio. Todo intento de representación del tiempo supone valernos de una representación espacial. Y ése parecería ser un recurso obligado, porque cualquier cosa espacial es mostrable ostensivamente: estos zapatos son viejos (porque están corroídos, porque la suela está desgastada, porque el cuero se endureció y ya se asemeja a un cartón).
El resultado es que más de uno se siente "desincronizado": si se nos ocurre viajar a China, además de extenuados, llegaremos con un jet lag tal que deberemos pagar un día por cada zona horaria atravesada. Y ni qué hablar de la falta de sincronización con la familia o para acordar una cita excepcional: intente usted cenar diariamente con sus hijos adolescentes o convocar a una reunión de consorcio donde todos puedan asistir. Los tiempos de espera se vuelven tan insoportables que uno intenta "matar" el tiempo. Espero ansiosamente un viaje soñado desde hace mucho o una fiesta o cualquier acontecimiento deseado desde siempre. En contrapartida, otro aguarda un acontecimiento nefasto (un condenado a muerte o un amante a punto de ser abandonado) y en esa espera, en cierto impulso de eternizarlo, se aferra al instante presente y feliz en comparación con el porvenir. Cuando rememoramos un período monótono, nos representamos ese tiempo vivido como breve, mientras que el tiempo lleno de acontecimientos, que pasó en un abrir y cerrar de ojos, lo recordamos como un período prolongado: un viaje exprés (esos caricaturizados con el turista con anteojos de sol y cámara de fotos que aflora de una camisa hawaiana) en el que re-corremos diez ciudades europeas en ocho días y siete noches se nos antojará como si hubiésemos partido largo tiempo atrás (además de que las ciudades, con el tiempo, se confundirán unas con otras: ¿era la catedral de Chartres o la de Estrasburgo? ¿O sería la de Colonia?). Ansiosos por ser inmortalizados en una imagen, confiados en que ella durará un poco más que nosotros, nos ocupamos de registrar nuestra vida con cámaras digitales y hasta con teléfonos celulares, a veces perdiéndonos, con ese gesto, la ocasión de capturar subjetivamente la magia del instante. Colmando cada uno de esos momentos, con la consigna de que el tiempo no alcanza para todo lo que falta hacer, caemos en el sinsentido de procurar afanosamente llenar un tiempo que después se nos hace corto. Y en ese intento de vivir mucho en poco tiempo, el común de los mortales intenta apresar el tiempo dotando a cada instante de un espesor que de otra manera no tendría: se quiere vivir más y se quiere vivir el tiempo vivido con una intensidad que por momentos nos supera. En el peor de los casos, escucho música a todo volumen, corro por la autopista o ingiero alucinógenos para poder vivir ciertas experiencias exultantes que, en condiciones rutinarias, no suelen ser vivenciadas. En el mejor, aparecen soluciones redentoras como el fitness o el ideal de la "vida sana", como si uno u otra fueran el pasaporte con visa incluida a esa tan añorada como imposible inmortalidad. Y cuando el fin se aproxima, se aspira a prolongar la vida (lo que explica el encarnizamiento terapéutico, cuando se quiere vivir a toda costa, aun cuando la muerte, impiadosa, se preanuncia en su irrevocabilidad). Parecería que nuestra concepción del tiempo –implícita, raramente pensada desde el sentido común– fuera una versión perversa del tiempo agustiniano: vivimos en una suerte de presente continuo pero relegamos el futuro como dimensión de la subjetividad. Solemos olvidar, sospechosamente, que envejeceremos y moriremos. Viviendo un presente perpetuo que consta de episodios, cada uno de ellos aislado del pasado y del futuro. El mismo Spinoza decía que nos sentimos eternos. Y nunca como hoy, nuestra cultura exacerbadamente narcisista parece darle la razón. Adiós al ocio En los años 60, la problemática del ocio era el tema que preocupaba a los sociólogos y a los psicólogos sociales. ¿Qué se iba a hacer con todo el tiempo libre que la incipiente tecnología aplicada a la vida hogareña y profesional nos dejaba, a modo de saldo? Se construyeron modelos teóricos que intentaban organizar el sueño de una sociedad que se perfilaba como proveedora de ocio, bajo el imperativo de la creatividad. Nacía un tiempo superfluo que debía ser consumido de una u otra forma. Pero ese proyecto no pasó de ser una ilusión, pues representado en sus comienzos como un horizonte de posibilidades, el ocio terminó por ser una carga insoportable. Temerosos del "vacío" del tiempo, ese tiempo vacío fue rápidamente llenado con ocupaciones superpuestas sin solución de continuidad. El tiempo libre hoy es lo menos libre que hay, pues lo llenamos con obligaciones que, por ser en principio electivas, constriñen tanto o más que las que nos son impuestas. ¿Cómo se vivencia hoy el tiempo? Leon Kreitzman, en The 24-Hour Society ("La sociedad de las 24 horas") señala que con la introducción del reloj tras la Revolución Industrial, los individuos fueron perdiendo la noción del tiempo natural, indicado por la luz y la oscuridad. Desde ese momento, el hombre moderno se ha consagrado a hacer rendir el tiempo hasta tal punto que, hoy por hoy, el tiempo natural ya no importa. El giro hacia una sociedad abierta durante las 24 horas impulsa la proliferación de los servicios de delivery, bares, cibercafés y hasta alentó la habilitación nocturna de una muestra en el Louvre para que pudiera ser visitada por un público que por nada del mundo quería perdérsela. La tecnología cada vez más sofisticada de un mundo globalizado crea la demanda de una disponibilidad de distintos sectores productivos y conduce hacia una sociedad que, señala Kreitzman, no descansa jamás. Según se constató en un estudio de campo, los adolescentes y jóvenes actuales desearían vivir en un territorio con un sol que no se pusiera jamás, en un verano boreal en que el tiempo y, con él, los ciclos de la naturaleza fueran suspendidos. Y ya vivimos en un tiempo sin tiempo en el que hasta los ciclos biológicos son transgredidos: mientras que otras generaciones se volvían adultas al promediar la segunda década (los varones obtenían su título o se ganaban su primer salario y las mujeres ya daban a luz), hoy los jóvenes (y los no tan jóvenes) viven un presente perpetuo, sin conciencia de los límites de las etapas vitales. Por cierto, este escenario vertiginoso puede resultarnos intimidante. Y lo es. No puede no serlo una época signada por la incredulidad y un escepticismo insensible. Tal vez haya habido épocas más heroicas. Incluso tal vez las haya habido más esperanzadas. Pero ésta, la que nos toca vivir, es al fin de cuentas la nuestra.

domingo, 15 de febrero de 2009

A 25 años de la partida de un grande


Y hace poco se cumplieron 25 años de la partida de este grande. Julio Cortázar. Otro mas que debió buscar refugio en el extranjero a causa de persecuciones políticas por los ogros que gobernaban el pais en ese entonces. Que raro. La mayoría de los cerebros que produce este suelo terminan triunfando y muriendo en el exterior. Y los que no tarminan suicidándose o falleciendo solos y olvidados. Por que será no ?
Encima de males por un error de su secretaria cuando volvió de visita al pais Alfonsin se perdió la oportunidad de recibirlo.
A veces da la sensación de que a Cortazar ahora lo recordamos mucho. Pero cuando vivía es como que no lo supimos cuidar.



Renacer

Transcurría el año 2060. El mundo se dividía en dos partes. El Norte, que comprendía Estados Unidos, Canadá, Europa y parte de Asia. Y el Sur, que abarcaba todo el resto.
En el primer sector se hallaban las grandes ciudades con sus puertos, rascacielos e infinitas redes de autopistas. La gente vivía en casas inteligentes que automáticamente encendían la luz, la calefacción o riegaban las plantas. Los autos eran manejados a control remoto y los camiones de carga se programaban para que conduzcan solos. La forma de comunicarse era mediante teléfonos pulsera que iban abrochados en las muñecas. No existía el dinero. Todo se pagaba con tarjeta.
En cambio el segundo sector era la cara opuesta. Allí el suelo estaba tan explotado por las empresas del norte que ya había lugares donde no crecía mas nada. Los ríos se hallaban contaminados. Sus habitantes vivían en pequeñas casillas de lona, cartón y barro. No contaban con escuelas ni hospitales. En los centros urbanos era normal ver como se moría la gente desnutrida en las calles.
El límite entre ambos sectores lo marcaba una amplia franja de seguridad.
Un científico viajó de Nueva York a Nigeria. Quería ver como evolucionaban los mas de diez tipos de enfermedades que azotaban a esa región de Africa.
Cuando llegó se encontró con que allí no había nada. Solo piedras. Al entrar la noche observó luces en el cielo. De pronto comenzó a llover. Notó que aquello que caía no era agua, sino un líquido espeso que le quemaba el cuerpo. Mas tarde ya se hallaba sin vida.Luego fueron varios mas pero les ocurrió lo mismo.
Semanas después las autoridades de ese centro, al no tener noticias, enviaron un amplio equipo médico montado en varios aviones que marchaban en fila.
Apenas llegaron se produjo una lluvia que derritió a los primeros matando a todos sus tripulantes. Solo se salvaron los que iban en el último. Quienes al estar mas lejos pudieron esquivarla para luego aterrizar. Al bajar caminaron hacia donde cayeron los restantes. No encontraron mas que hierros retorcidos. Enseguida aparecieron tres hombres vestidos de rojo, calvos y de piel extremadamente blanca. Intentaron establecer dialogo pero no respondían. Agarraron a uno y lo subieron al avión.
Durante el viaje les dijo que integra una comunidad dedicada a recorrer el espacio y brindar ayuda a planetas con problemas, como en este caso la Tierra. También les hizo saber que tienen su propio idioma pero se comunican con los humanos a traves del inglés.
Una vez en el aeropuerto de Nueva York se presentó ante una multitud. Allí explicó sobre la dificil situación por la que atravesaba la Tierra y que la única solución era destruirla para que despues volviera a renacer la vida tal como sucedió hace millones de años. Además comentó que ya empezaron a actuar en la zona Sur para después hacer lo mismo en el Norte. Por último criticó duramente a la humanidad por no cuidar su planeta. Por dejar que llegue a ese lamentable estado sin hacer nada para evitarlo.
Ni bien terminó de pronunciar esa frase juntó sus manos y las llevó hacia la frente. Luego se iluminó de amarillo y desapareció.
A la mañana siguiente toda la gente se levantó atemorizada. Nadie sabía lo que iba a ocurrir ni cuando esos seres iniciarían los ataques.Sin embargo las semanas pasaban y todo seguía igual. Lo que hizo que ese tema lentamente quedara en el olvido.Las cadenas textiles o alimenticias continuaban mandando robots para talar árboles o cazar animales. Las aguas se seguían contaminando. Incluso había muchos que decían que fué un invento de los medios para vender mas diarios y revistas.
Un día un grupo de empresarios comprobó que aquello era cierto. Que en el Sur ya había enormes porciones de suelo convertidas en piedra y polvo. Esto los llevó a organizar protestas en distintas ciudades. Pedían que los Gobiernos hagan algo para defenderlos. Temían quedarse sin productos para vender. Luego se les sumaron artistas y profesionales argumentando que si desaparece ese sector se acabarían el agua y los alimentos.
Ante estos reclamos las autoridades de los diferentes paises prepararon un amplio operativo en conjunto. Estaban dispuestos a enfrentar a esos seres. Para ello enviaron una innumerable cantidad de barcos, tanques y aviones.
Sin embargo ese objetivo no lo pudieron concretar. En cada sitio donde se hallaban fueron alcanzados por esa lluvia que los derretía.
Mandaron varios refuerzos mas pero les sucedió lo mismo. Días después la televisión dió un informe explicando que ya no quedaba nada por hacer. Que aquellos eran superiores. Lo que hizo que muchos huyeran enloquecidos de las ciudades, otros dispararan contra edificios gubernamentales.
Mas tarde fueron atacadas Londres, Roma y París. A esta altura el ánimo de la gente pasó a la depresión. Los suicidios se multiplicaban, nadie tenía ganas de salir de sus casas.
Una vez que todo el planeta era un manto rocoso estos individuos se sacaron sus máscaras mostrando su piel verde, sus orejas puntiagudas o el tercer ojo que llevaban en la frente. Luego se abrazaron, formaron una ronda y salieron corriendo en una misma dirección. Enseguida el cielo se llenó de luces que pronto se borraron.
Siglos despues apareció nuevamente el agua. Mas tarde los animales y vegetales.
Por último el hombre.



jueves, 12 de febrero de 2009

2035

Transcurría el año 2035. Buena parte de los mares estaban contaminados. Debido al calentamiento global muchos glaciares se habían derretido. Por la tala indiscriminada de árboles quedaban muy pocas selvas. El agua potable era escasa y se vendía a precios elevadísimos.
Un hecho extraño se produjo en un basural cercano a la ciudad brasileña de Fortaleza. Los hijos de los cirujas que habitaban esa zona nacían diferentes. Tenían manos terminadas en ocho dedos sin uñas, piel gris, cabeza calva y bocas sin dientes. Nadie sabía las causas de esas malformaciones. Muchos creían que se trataba de una mas de las tantas enfermedades que dejaban decenas de muertos año tras año. Otros en cambio pensaban que llevaban el mal en sus cuerpos y entonces hacían ceremonias religiosas para liberarlos.Con el tiempo estos fueron creciendo a medida que nacieron varios mas. Hasta que hubo un dia en el que asesinaron a sus propios padres. Y al grito de "seremos la futura raza humana " se escaparon de allí.
Mientras tanto en las ciudades de Europa y Estados Unidos la gente seguía con su habitual ritmo de vida. Yendo al trabajo en trenes o subtes que superaban los quinientos kilómetros por hora, o en autos que eran programados digitalmente para que conduzcan solos. Y habitando casas donde las computadoras se encargaban de todo. De llamar al supermercado cuando faltaban alimentos en la heladera, al plomero cuando se rompía algun caño o al médico cuando alguien se enfermaba.
Por otra parte en el resto del mundo la población vivía en hogares de cemento semidestruidos o de chapa y cartón. Debían usar barbijos a causa del humo que emanaban los autos, camiones y colectivos destartalados que circulaban por las calles cubiertas de pozos. No faltaban aquellos que comían las sobras de alimentos que encontraban en las basuras amontonadas en las esquinas. Las veredas de las avenidas eran ferias de puestos ambulantes donde se vendía de todo. En cambio sus dirigentes vivían en lujosos barrios privados. Apartados del resto de la gente y rodeados por cordones policiales o alambres de púa electrificados para impedir que alguien ingrese.
Años despues empezó a rondar una noticia acerca de que algunas regiones del planeta habían sido arrasadas por un objeto desconocido. Meses mas tarde tambien se informó de que ya había sido devastada una buena parte de Africa, Asia y América Latina. Ante la preocupación que empezaba a generarse entre el resto de la población mundial los gobiernos de Estados Unidos y los principales paises de Europa decidieron enviar aviones militares a América del Sur para ver lo que sucedía.
Cuando estos se hallaban sobrevolando México sus tripulantes vieron que abajo había ciudades destruidas, campos incendiados, rutas llenas de cráteres.Una vez que se acecaron al Canal de Panamá de repente y sin que figurasen en sus radares aparecieron varias naves de forma triangular. Las cuales disparaban proyectiles avereando y provocando la caída de sus vehículos para luego arrojar al aire un gas venenoso que les provocó la muerte inmediata.Al cabo de varios días esas mismas maquinarias bombardearon la ciudad de Miami produciendo una enorme cantidad de muertes y daños materiales. Luego hicieron lo mismo en Los Angeles, solo que esta vez se encontraron con una ciudad militarizada.Al impactar el disparo de un tanque contra uno de esos objetos cubriéndolo en llamas, de su interior se arrojó un cuerpo en paracaidas.
Una vez que el combate terminó todas las miradas de los que se hallaban allí apuntaron a esa extraña figura. Casi parecida a la de un ser humano si no fuera por su piel gris, su cabeza calva, su boca sin dientes o sus manos terminadas en ocho dedos sin uñas.Al rato descendió un helicóptero cargado de policias, quienes se encargaron de esposarlo. Y este, en un perfecto idioma inglés, empezó a gritar_¡ Nunca podrán vencernos! ¡Ustedes fueron los que indirectamente nos crearon! ¡Nosotros somos la nueva raza humana! ¡La única especie que habitará de ahora en mas este suelo!
Ante las preguntas que muchos le hacían, mas tranquilo dijo que nacieron hace varios años en los basurales de las zonas pobres del Tercer Mundo y al principio eran hijos de cirujas. Pero que después se encargaron de matar a sus propios padres y escapar hacia los sitios mas despoblados del planeta para formar sus aldeas y estar lejos de los demás seres humanos.
También explicó que les hace bien respirar el aire cargado de smog que hay en muchas ciudades, se bañan en aguas contaminadas y se alimentan bebiendo combustibles o mediante pastillas hechas con plástico o hierro fundido.
Luego, al ver que todos permanecían en silencio continuo diciendo_ nuestro objetivo es eliminar a todo ser viviente. Ahora tenemos con que. Somos muchos mas que antes. Pertenecemos a la nueva generación de seres humanos adaptada a estos tiempos ¿ o acaso el hombre no desciende del mono? ¿ o no fué evolucionando con los siglos? La única diferencia es que eran mas tolerantes con las demás especies. Nosotros queremos estar solos, ser los únicos.
La gente que estaba allí lo miraba cada vez con mas odio. Incluso había varios que comenzban a insultarlo. Sin embargo este, con una actitud desafiante, volvió a acotar_ nosotros no los obligamos a nada. Ustedes nos crearon. Si hubiesen evitado que el mundo llegue a esta situación jamás existiríamos. Ahora ya es tarde.
Ni bien terminó de pronunciar esta frase cinco balas de plomo impactaron sobre su cuerpo matándolo al instante.
Días después aparecieron noticias sobre nuevos ataques en el este de Europa. Los reclamos de vecinos, comerciantes, sindicatos, organizaciones sociales, etc para que los Gobiernos hagan algo al respecto se multiplicaban. Fue ahí cuando en la Casa Blanca, tras una reunión de gobernadores, se acordó enviar a cada uno de los cinco continentes un amplio ejército compuesto por aviones y helicopteros.
A medida que estos avanzaban sus ocupantes se sorprendían al ver que en regiones como el desierto del Sahara, Australia o la Patagonia esos individuos construyeron enormes ciudades que no figuraban en ningún lado. Las cuales contaban con altísimos rascacielos de vidrio y metal, inmensas redes de autopistas, autos que volaban. También había zonas de fábricas junto a chimeneas que saturaban el aire de humo.Mas tarde, mientras seguían su marcha, en cada uno de los frentes fueron sorprendidos por cientos de naves triangulares que lanzaban lluvias de proyectiles acompañada de un gas venenoso que logró vencerlos al instante. Solo una pequeña parte de las tropas enemigas resulto dañada por las fuerzas militares.
Ante esta dramática situación la Casa Blanca decidió enviar mas tropas. Mientras tanto llegaban informes de que nuevas ciudades como Roma o Madrid habían sido bombardeadas. En las que aún se mantenían a salvo el clima era caótico. Gente que huía sin saber donde, olas de suicidios. Los centros religiosos estaban colmados de fieles que pedían milagros. Las viviendas y comercios que quedaban abandonados eran saqueados por malvivientes que se aprovechaban de la situación.
Una vez que los ejércitos ya se hallaban en las zonas de conflicto en cuatro continentes fueron sorprendidos de manera instantánea. Solo que en uno de ellos, específicamente en Asia, los tripulantes de un avión pudieron tirarse en paracaidas sobreviviendo a los objetos que estos les arrojaban.
Desembocaron en un extraño paisaje. El cual contaba con dunas formadas por escombros y trozos de hierro, plastico y vidrio junto a un lago negro que irradiaba un olor nauseabundo. Y a pocos metros había una especie de balneario con una máquina que no dejaba de lanzar humo, música electrónica, carpas y algunas mesas. En las cuales había varios de estos individuos conversando mientras bebían latas de pintura. Otros en cambio jugaban al fútbol o se hallaban tirados en el suelo tomando sol.De pronto cinco de ellos salieron del lago y los sorprendieron agarrándolos del cuello. Luego se pelearon a golpes hasta que de ese balneario vinieron dos mas. Quienes les arrojaron ese gas venenoso matándolos al instante.
En cambio en Europa la situación fué distinta. Allí se produjeron severos combates en donde a pesar de tener importantes bajas los ejércitos no solo lograron vencer, sino que también destruyeron varias ciudades enemigas.
Mas tarde sus ocupantes se enteraron de que en todo el planeta ya casi no había lugares a salvo. Intentaron ir a defender esos pocos sitios pero les fué imposible. De todos lados aparecieron enormes cantidades de esas naves triangulares que los derrotaron enseguida.
Con el paso de los días esos individuos siguieron destruyendo todo lo que aun les faltaba hasta alcanzar su objetivo.



Protejamos nuestros glaciares

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No permitamos que intereses económicos de explotación minera destruyan el patrimonio de nuestros glaciares.
El Ejecutivo vetó la Ley aprobada por el Congreso Nacional, cuya implementación hubiese evitado la destrucción de los glaciares.
Hagamos toda la fuerza posible para volcar la historia: FIRMÁ AQUÍ incluyendo tu nombre y número de documento. Si sos extranjero firmá también, aclarando tu nacionalidad.
No permitamos que esto suceda!!!

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que actualmente estudiamos la Maestría en Ciencias Ambientales en nuestra Universidad Pública:


AFFRANCHINO Gustavo (Ing. Químico)
LIFSCHITZ Ana Julia (Lic. en Oceanografía)
LUZURIAGA Ma. Soledad (Lic. en Cs. Ambientales, Esp. en Hig., Seg. y Protección Ambiental)
DEBIASO Eduardo (Lic. en Gestión Ambiental)
GÓMEZ GÓMEZ Sebastián (Ing. Industrial)
MENA Paolo Alexander (Ing. Acuícola, (C) Mg. en Gest. de Recursos Hídricos)
DOLBER Pablo (Ing. Mecánico)
CAÑOTE TABAKO Heidy (Ing. Zootecnista)
GÓMEZ CARDONA Camilo (Lic. en Ecología)


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Sumo mi firma para exigir
al Congreso de la Nación Argentina que re-apruebe
la Ley 26.418 / 08 de protección de glaciares
respetando el mismo texto vetado por el Poder Ejecutivo
de forma que ya no pueda volver a ser vetada.
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domingo, 8 de febrero de 2009

Psicoterapeutas

¿Es la tartamudez un problema psicológico?
Dr. José Antonio García HigueraConsúltale en: Centro de Psicología Clínica 2Teléfono: 914119140 C/ López de Hoyos, 66. Escalera 2, 1º A Madrid 28002Envíale un mail
Es indudable que la causa de la tartamudez es multifactorial. Existen factores fisiológicos cómo indican los estudios que muestran que el cerebro se activa de forma diferente en los tartamudos que en los que no tartamudean. También es conocido desde hace tiempo el fenómeno de que cuando se introduce un retraso en la retroalimentación auditiva, se produce tartamudez en las personas fluidas y los que tartamudean hablan fluidamente. Sabemos también que hay factores genéticos, porque una gran cantidad de personas que tartamudean tienen ascendientes directos con ese problema; aunque no es una norma obligatoria. Así mismo, los estudios epidemiológicos indican que por cada mujer que tartamudea hay 5 hombres que lo hace. Los factores sociales tienen una gran influencia: la exigencia de hablar fluido y deprisa, pone en desventaja a las personas que sienten y admiten esa presión, cuando hay que darse el tiempo necesario para pronunciar. También el desprecio y la risa que provoca tartamudez en algunos, sobre todo en la infancia, tienen una influencia importante en la aparición y mantenimiento de este problema.
Factores psicológicos en la tartamudez
Pero los factores psicológicos son fundamentales. Ya los factores sociales citados ponen en más en peligro a aquellos que psicológicamente son más influenciables psicológicamente por las presiones o las críticas. Pero la ansiedad es esencial en la aparición y el mantenimiento de la tartamudez. Sabemos que un suficiente nivel de ansiedad precipita la tartamudez en la mayoría de las personas y que los tartamudos tartamudean más cuando tienen ansiedad. Se da el círculo vicioso: tartamudean porque están ansiosos y están ansiosos porque tartamudean. Ese círculo vicioso indica que la lucha contra la tartamudez aumenta su probabilidad, porque produce ansiedad.
La tartamudez no es un problema de dificultad o imposibilidad de pronunciar, porque los tartamudos son capaces de pronunciar fluidamente todas las palabras; sin embargo, se pueden bloquear con cualquiera de ellas, dependiendo de la situación y del estado psicológico en el que se encuentren, que depende de forma nuclear del nivel de fluidez que prevén. Prácticamente todos los tartamudos hablan fluidamente cuando están solos, es decir, la tartamudez es situacional, aunque depende también del estado psicológico de la persona. Cuando se acostumbran a una situación y baja la ansiedad que les causa, aumenta su fluidez. Por ejemplo, tenemos la experiencia de tratar a personas que tartamudean, que hablan fluidamente en la consulta, pero no lo hacen en la calle, ni en su ambiente cotidiano. Concluyendo: la reacción psicológica que se da en un determinado contexto está en el origen y mantenimiento de la tartamudez.
Los últimos avances de la psicología científica nos permiten entender e influir de forma más eficaz en procesos como la tartamudez que son automáticos, y por tanto inconscientes, y que por su frecuencia y repetición están fuertemente arraigados.
En mi libro "Curso Terapéutico de Aceptación I y II" se ponen al alcance de cualquiera, las leyes que rigen nuestro comportamiento y que están en el origen de problemas y trastornos como la tartamudez. En él se explica, con mucha claridad y con numerosos ejemplos muy concretos, que si intentamos evitar tener una reacción automática conseguiremos precisamente lo contrario, que aparezca con mucha más probabilidad. En efecto, la lucha por conseguir la fluidez perpetúa y mantiene la tartamudez. Es paradójico y nuestra mente se rebela contra esa idea; pero cuando se conocen y se comprenden las leyes que rigen nuestro comportamiento emocional y automatizado, se puede entender que eso es así.
Me pregunto muchas veces si existiría la tartamudez sin la lucha a ultranza para no bloquearse y mis pacientes ven con asombro cómo mejora su calidad de vida, y su fluidez cuando van abandonando la lucha titánica para no tartamudear que han mantenido durante tantos años.
Pero no es una tarea fácil, como nos decía ya Van Riper, se trata de desaprender y esa es una tarea complicada. Nos decía este autor que más del 90% de la tartamudez está compuesto por todo lo que se hace para evitar el bloqueo. Pero no hacer nada cuando se siente que con toda seguridad no se va a poder pronunciar es muy difícil; sobre todo cuando se despiertan fantasmas de ansiedad social, como el miedo a la crítica del interlocutor, o a perderle porque se aburra o se teme ser interrumpido o menospreciado. Los intentos de evitar las experiencias emocionales asociadas a las consecuencias de los bloqueos como la impotencia al hablar, la frustración, la rabia, la vergüenza, etc. son otros factores que alimentan esta lucha.
En el caso de los adultos que tartamudean, los profesionales estamos ante un problema de difícil tratamiento, porque se trata de una forma de hablar que se ha hecho un hábito consistente durante muchos años, lo que hace difícil el cambio. Además, los factores emocionales asociados son fundamentales y paradójicos en su esencia.
Todos los días y a todas horas, los que tartamudean tienen presente la sensación que les indica el nivel de fluidez que pueden alcanzar y la consideran totalmente fiable: están convencidos de que predice la probabilidad de la falta de fluidez. Esa sensación ocupa un lugar predominante en su vida, sienten que para lograr pronunciar y no ser tartamudo hay que seguir lo que el impulso les aconseja: luchar para lograr la fluidez; pero es una lucha inútil, frustrante y totalmente contraproducente.
Por eso, en el "Curso Terapéutico de Aceptación" se explica de forma clara y fácilmente comprensible qué son esas sensaciones e impulsos y cómo marcan nuestro su comportamiento. Este libro nos enseña cómo todos automatizamos los pensamientos y así acaban siendo inconscientes, hasta que finalmente se resumen solamente en la sensación que despiertan en nosotros. Cuando se hacen inconscientes no podemos discutirlos ni dejar de seguir el impulso que despiertan en nosotros. Esto es lo que ocurre a los tartamudos.
En los adultos, desmontar un pensamiento automático tan enraizado como el que comentamos es muy difícil; pero en el Curso se incluye un plan de ejercicios organizado para poder desactivarlos, ponerlos en cuestión y dejarlos pasar sin que guíen nuestra conducta. Se trata de un libro general no dedicado específicamente al tartamudeo, pero es una ayuda valiosísima para aprender a “dejar de hacer” a dejar de luchar para no bloquearse. Tiene la gran ventaja de que ha sido escrito para ser entendido por todo el mundo.
¿Es la tartamudez causa de problemas psicológicos?
Hemos visto la influencia de los factores psicológicos en la génesis de la tartamudez. Además, la tartamudez tiene una influencia enorme en la psicología de las persona. Contrariamente a lo que se suponía hace bastantes años, no es cierto que la tartamudez se deba a un problema psicológico subyacente. Hemos dicho que es la lucha contra el propio bloqueo lo que perpetúa el problema y, la mayor parte de las veces, los tartamudos no tienen otro problema, aparte de su tartamudez y sus consecuencias.
Porque ero el propio tartamudeo causa muchas dificultades y hace más proclive a quien tartamudea para que desarrolle problemas psicológicos.
En muchos casos se dan problemas de ansiedad social, que cursan de forma similar a otros trastornos de ansiedad, como la fobia social. La percepción del control es importante en nuestra salud mental, se sabe que su falta puede provocar depresión y que también aumenta la ansiedad. En la tartamudez suele existir una sensación de pérdida total de control asociada a no dominar una función esencial y cotidiana como es el habla. En mi experiencia clínica me he encontrado con personas que asociaban la pérdida de control del habla con la hipocondría, la depresión, etc.
Una gran lucha de las personas que tartamudean parte de no querer ser tartamudos. Se niegan rotundamente a aceptar esa limitación por sus connotaciones sociales y personales negativas. Cuando finalmente aceptan que lo son, se produce un alivio importante; pero no es una solución, porque si se tiene el concepto de “soy tartamudo” es porque se tartamudea sin remedio, y es difícil sustraerse a la lucha contra las consecuencias negativas de la falta de fluidez. Negarse a ser tartamudo favorece al problema, aceptarlo también; por eso, el trabajo terapéutico que hay que enfrentar en estos casos consiste en flexibilizar el concepto del propio YO para que no tenga ninguna importancia para la persona, para que llegue a ser lo mismo que ser calvo o miope, es decir, para que no marque ni dirija en absoluto la conducta de la persona. La terapia cognitivo conductual de tercera generación, en la que se incluye el "Curso Terapéutico de Aceptación", permite afrontar esta ardua tarea. Como en los otros aspectos mencionados antes, en el curso se establece un programa de ejercicios para la flexibilización del YO. Se consigue así aceptar la imagen social sin entrar en la lucha que lleva obligatoriamente a tartamudear.
En mi libro “Terapia psicológica en el tartamudeo: de Van Riper a la terapia de aceptación y compromiso”, de Editorial Ariel, ya planteaba la concepción de lo que es la tartamudez en los adultos y cómo se puede tratar. Ahora el "Curso Terapéutico de Aceptación" aporta nuevas técnicas de aplicación general y para todas las personas con problemas o no. Esas técnicas nos van permitir dar el siguiente paso: elaborar un protocolo específico para el tratamiento de la tartamudez basado en las terapias cognitivo conductuales de tercera generación.
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el buen libro

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una disfluencia con cuerpo y alma TARTAMUDEZde Beatriz Biain de Touzet (288 páginas, AR$60.00)
Durante mucho tiempo la tartamudez ha sido un tema soslayado, incluso en el ámbito académico, ignorándose la compleja red de factores que inciden en este trastorno. La ausencia de bibliografía actualizada en lengua castellana ha dificultado la difusión del enorme avance alcanzado en el conocimiento de la tartamudez, sus componentes fonológico, motor, cognitivo, linguístico y emocional. Este libro, producto de más de treinta años de experiencia en el diagnóstico y tratamiento de personas que tartamudean, intenta llenar ese vacío recogiendo los últimos, abordajes en fonoaudiología. Hoy sabemos que la tartamudez se previene, se detecta tempranamente, se cura en los primeros estadios y se revierte más tarde si se interviene en la planificación del habla y en las actitudes personales ligadas al miedo, la vergüenza y la tensión psíquica y muscular.Beatriz Biain de Touzet realiza en esta obra una verdadera puesta al día, examinando cada uno de los aspectos que debe tener en cuenta el profesional: las diferencias en el procesamiento hemisférico-cerebral, su base genética, las dificultades en la construcción linguística del habla y el comportamiento sensorio-motor de la musculatura relacionada con ésta. Tartamudez... no se limita a la mera descripción sino que propone vías para la recuperación del niño preescolar y escolar, el adolescente y el adulto. Recuperación en la que desempeñan un papel fundamental los grupos de ayuda mutua de personas que tartamudean, y en la que el trabajo con el cuerpo, considerado como sostén expresivo y comunicativo de la palabra, ha revelado también su enorme valía.Es de esperar que este libro contribuya a abrir un campo de debate y difusión, ya que concierne a la sociedad toda desterrar los estereotipos de vieja data para dar paso a una adecuada comprensión del fenómeno de la disfluencia. [pedir] Indice del ContenidoAgradecimientosPrologoCapítulo 1. Fundamentos neurofisiológicos de la tartamudez. Una perspectiva clínica1. El habla y los cambios de activación hemisférico-cerebral2. El habla y los procesos sensorio-motores3. El habla, los procesos lingüísticos y el esfuerzo mentalCapítulo 2. Intervención temprana en las disfluencias1. La fluidez y su equilibrio1.1. Disfluencias normales o errores normales de la fluidez1.2. Entrenar a fonoaudiólogos en escuchar1.3. Formas de prevención1.4. Estadio fonológico de simplificación2. Modelo de Demandas y Capacidades (W. Starkweather)2.1. Capacidades para el lenguaje fluido2.2. Demandas para el desarrollo del lenguaje2.3. Demandas en la estructura del lenguaje2.4. Análisis bidireccional de la interacción (S. Meyers)2.5. Rol de los padres como modelo y estimuladores de la fluidez3. Continuidad del comportamiento disfluente (H. Gregory)3.1. Disfluencias más frecuentes3.2. Disfluencias menos frecuentesApéndice: Cuestionario para padresCapítulo 3. El preescolar que tartamudea1. Evaluación del lenguaje: fluidez-disfluencia (Beatriz B. de Touzet)Muestra de interacción familiar2. Conciencia de la tartamudez y su significado durante el tratamiento3. El programa de Susan Meyers3.1. Criterios generales del tratamiento3.2. Etapas del tratamiento3.3. Trabajo con los padres durante el tratamiento3.4. Desarrollo del tratamiento3.5. Trabajo con el medio socialApéndice: Algunas indicaciones para la familia y los docentesCapítulo 4. El escolar que tartamudea1. Evaluación de la disfluencia escolar (compromiso cognitivo, lingüístico y sensorio-motor)2. Desarrollo del tratamiento en etapa escolar3. Aprender a escuchar4. Boletín de Recuperación5. Entorno escolar y familiar6. Habilidades socialesApéndice: Derechos del niño que tartamudea en la escuelaCapítulo 5. Evaluación y análisis objetivo de la tartamudez1. Análisis Sistemático en el adolescente y en el adulto2. Pasos a seguir en el Análisis Sistemático del síntoma verbal de la disfluencia3. Síntesis del Análisis Sistemático de las Disfluencias4. Registro corporal5. Evaluación de las actitudesCapítulo 6. El cuerpo en los aprendizajes y en las disfluencias. Aportes del hemisferio cerebralderecho1. El cuerpo y los aprendizajes2. El conocimiento del hemisferio cerebral izquierdo3. El conocimiento del hemisferio cerebral derecho4. Guía para estimular funciones del hemisferio cerebral derecho5. El cuerpo y las disfluenciasApéndice: Experiencia corporal dentro del Programa de Salud Mental Barrial del Hospital PirovanoCapítulo 7. El adolescente que tartamudea1. Conocimiento acerca de la tartamudez2. Conductas de cambio y procedimientos que facilitan el habla cómoda3. Tratamiento y planificación del habla. Situaciones sensibles y actitudes del hablaApéndice: Descripción y consideraciones terapéuticas acerca del clutteringCapítulo 8. El adulto que tartamudea1. La cronicidad de la disfluencia2. Distintas propuestas terapéuticas3. La tartamudez oculta o subperceptual4. Evitar evitarApéndice: Secuencias de tratamientoCapítulo 9. Grupos de ayuda mutua1. El sentido de la ayuda mutua2. Grupos de ayuda mutua en tartamudez y cambio en la actitud frente al habla3. Guía para coordinar grupos de ayuda mutua4. Derechos y responsabilidades de las personas que tartamudean (ISA)Apéndice: TestimoniosCapítulo 10. Perspectivas futuras1. Algunos lineamientos para trabajar en disfluencias2. Qué hacer y qué no hacer en tartamudez3. Igualdad de oportunidades para las personas con capacidades diferentes. El aspectoinstitucional4. La relación entre los profesionales y las personas que tartamudean: ¿integración ocompetencia?Dónde consultarBibliografía [pedir]
problemas y prejuicios que enfrentan los tartamudos en Argentina PALABRAS CRUZADASpor Horacio Cecchi(publicado en Página12, agosto de 2001)
Viñetas de una vida en saltos: en la tira Poliladron, Diego Peretti actuaba como el Tarta. El rol no estuvo mal. El error, o desliz, pasaba a su alrededor. Cuando el Tarta hablaba ocurría lo que en la realidad nunca pasa: tartamudeaba y sin embargo lo miraban a los ojos, cosa recomendable pero jamás cumplida. Más viñetas. Durante las entrevistas que mantuvo este diario, sostener la mirada y no completar frases interrumpidas fue un ímprobo ejercicio para el cronista. No fue el único. El primero fue lograr concertarlas. Los contactos se fueron frustrando por un solo motivo: la tartamudez es un padecimiento privado que se sufre en público. Pero de los 700 mil tartamudos del país –según cifras de la Asociación Argentina de Tartamudez–, no más de dos deben estar dispuestos a hablar de sus problemas al hablar, y menos para un medio periodístico. La AAT abrió una inmejorable oportunidad para despacharse de problemas, prejuicios y técnicas: en mayo próximo realizará el primer congreso latinoamericano dedicado al tema. Minucias de color: un tartamudo demora diez veces más en expresar una idea. En las facturas de teléfono se nota. En Europa, las telefónicas redujeron las tarifas de los tartamudos. Acá, cuando desde la AAT les piden el mismo descuento, los que tartamudean son los funcionarios.Hasta la última década del milenio pasado, cuando una madre preocupada llevaba a su hijo de tres o cuatro años al pediatra y le decía “me parece que tartamudea. A veces no termina de decir algo y se traba, y hace fuerza para hablar”, el médico le respondía: “Es común, señora, no se preocupe. Ya se le va a pasar”. Hoy, alrededor de 700 mil tartamudos –según la Asociación Argentina de Tartamudez, el 2 por ciento de la población sufre el problema– son mudos testigos del consejo. Y lo de mudos no es gratuito: en el 95 por ciento de los casos, la tendencia es a ocultar el problema, que reside nada menos que en el habla.En realidad, la tartamudez tiene un origen aún difuso. Hay cierto debate de los especialistas. Hay quienes sostienen que la cuestión es localizable físicamente y otros que afirman que en el cuerpo es donde se ponen trabas de otra índole. En la AAT, hegemoniza la primera posición. “En los años 90, en Francia, se cambió la perspectiva con un estudio muy profundo sobre el sistema motor del habla”, sostiene Claudia Díaz, fonoaudióloga especializada en el tema e integrante de la AAT en el área de prevención y difusión. “Se realizaron cientos de tomografías cerebrales en pacientes con disfluencia (nombre técnico del tartamudeo) y pacientes sin ella. Se determinó que en los casos de disfluencia había una disminución en el bombeo de sangre al área motora del habla, en el hemisferio izquierdo. Y que el hemisferio derecho es el que reemplaza la función, con un sobreesfuerzo.”“En la actualidad –agrega Graciela Fiocca, también fonoaudióloga especializada e integrante de la misma área–, la detección temprana, hasta los 6 años, es solucionable. Después, no. De todas formas, con diferentes ejercicios se puede sobrellevar el problema. Lo que más importa es que la vida no se detenga.”¿Cómo se descubre, o mejor, cómo lo descubren los padres? Signos de tensión, el chico empuja las palabras, repite más de tres veces una misma palabra. “Hay chicos que no repiten, pero lo manifiestan de mil formas –describe Díaz–: golpean el puño en la mesa, otros se dejan blancas las rodillas de tanto pegar contra la pared, se enfurecen, se les tensa el cuello.”Darse tiempo...Miriam se llama Lobato, no oculta su apellido. Tampoco se esconde de su tartamudeo. Lo expone, lo impone al otro. “Hablar bien –pregunta–. ¿Qué es hablar bien? ¿Quién habla bien?” Y es notable lo que ocurre entonces: ella y su tartamudeo desaparecen y ahora es su interlocutor quien se escucha en sus propias imperfecciones. Miriam ingresó a los grupos de autoayuda de la AAT como una más, empeñada en curar de una buena vez sus trabas. Ahí dentro supo que la cura no es la cura sino aprender a convivir con su tartamudeo. Después fue propuesta como coordinadora –está al frente de tres grupos–. Y es vicepresidenta de la asociación.No fue fácil acceder a la entrevista. En Miriam se concentran dos particularidades resumidas en una: es vicepresidenta de la Asociación Argentina de Tartamudez. Y es tartamuda. “Prefiero no hacer un show de todo esto”, confesó primero. Finalmente, aceptó el riesgo aclarando: “Antes no hubiera hablado para una entrevista con alguien que no conociera”. “Antes” en la vida de Miriam significa toda su vida hasta su ingreso a los cursos de autoayuda de la AAT, hace un par de años.“Antes, en mi casa si sonaba el teléfono, miraba a todos lados buscando si había otro, mi mamá, mis hermanos. Quería que atendieran ellos. Si no había nadie, no había remedio. Pero tardaba mucho en levantar el teléfono.” Para evitar el engorroso trámite, sin darse cuenta, fue poniendo en práctica un giro que suavizara su tartamudeo: “Usaba el ‘Sí, hola’. Empecé a atender así, me resultaba más fácil”.“No es que estuviera recluida. De chica hice danzas, natación, me mandaban a la colonia. En mi familia me apoyaban y mi mamá quería que de alguna forma estuviera relacionada. En esos grupos a lo mejor no hablaba, pero me relacionaba a través del juego. Ahora, con el entrenamiento y los conocimientos que tengo, me parece mentira que a los 15 me hubiera animado a dar clases de catequesis. Hacía mucho esfuerzo por hablar. Después, claro, terminaba en la lona.”Miriam está convencida de que para los tartamudos el tiempo y los otros son un dilema. “La actitud del otro influye. Si te pide que hagas todo rápido, si te exige y te impone su velocidad, y quedás pegado, no hay forma que puedas resolver nada. Pero yo pregunto: el otro, ¿por qué tendría que saber lo que es la tartamudez? Mucho del problema tiene que ver con que los otros no están informados. Y mientras nosotros no lo digamos, no pidamos cosas, no vamos a ser reconocidos.”Coordina tres de los siete grupos de autoayuda que existen en el país. “Es un lugar para compartir experiencias.” Reconoce que la mayor parte empieza como empezó ella: “Creyendo que el grupo me va a curar. Pero todo es de a poco. Hay que darse tiempo para pedir tiempo, hasta para decir fuera del grupo que estás en el grupo. A mí me pasaba que empecé sin decir nada a mis amigos de afuera, hasta que empezaron a preguntar qué hacía a determinadas horas que nunca estaba. En los grupos, aunque parezca mentira, una de las cosas que más cuesta es hablar frente a frente con otros tartamudos: a nadie le gusta verse reflejado en el otro. Después, terminás escuchando que uno, pasado un tiempo, empieza a darse cuenta de los cambios y un buen día se aparece eufórico, diciendo: ‘Hoy me animé a hablar por teléfono. Era el cumpleaños de un amigo y lo llamé para saludarlo’. Algo tan insignificante para cualquiera, para nosotros es un éxito”.Un día después de la entrevista, sonó el teléfono del cronista. Era ella. Hablaba por encima de sus miedos, en su papel de vicepresidenta, para pedir encarecidamente si se podía mencionar que el 7 de setiembre, en la sede de la AAT, se realizará el primer encuentro de personas que tartamudean.Sin apoyo...En el país, el abordaje especializado de la tartamudez es reciente: la asociación tiene apenas cinco años. Fue creada por Beatriz Touzet, una especialista muy reconocida en el exterior. Tanto que en el último congreso internacional, realizado el mes pasado en Bélgica, asistió invitada especialmente después de un pequeño problemita: la AAT no encontró apoyo de ninguna clase desde el Gobierno. Cuando los organizadores se enteraron de que no asistía por problemas económicos,Touzet empezó a recibir mails de todo el mundo, incluso desde China, sorprendidos por la falta de apoyo. El apoyo interno no lo consiguió, pero Touzet recibió algunas facilidades desde el exterior. Era la única representante argentina, frente a delegaciones de entre 5 y 10 personas por país.La falta de apoyo no sólo es oficial. También privado. Mientras que en Europa las telefónicas reconocen un descuento en las tarifas de los disfluentes, en Argentina las tratativas avanzan con interrupciones y repeticiones: “Llame de nuevo la semana que viene”, o “el encargado salió del país y vuelve en 15 días”, son las respuestas más comunes, desde hace un año al menos.Según las especialistas, quien tartamudea organiza interiormente una estrategia para resolver el problema. Estrategia que no significa solución sino intento: la verborragia que disimula la repetición; el uso de determinados giros más solubles para el parlante. Algunos hasta se cambian el nombre porque les sale más fácil, o sencillamente se recluye y habla lo menos posible. “El problema, que para nosotros es de origen físico, después se interrelaciona con el ambiente, la familia”, asegura Fiocca. “En general, cuando son chicos, en sus familias hablan todos juntos, en voz alta, no lo respetan para hablar, y cuando encuentra el espacio lo apuran. La respuesta es que se traba, no puede poner su idea en palabras.”La burla indiscriminada, el estigma fijado en el apodo de Tarta son los ejemplos de respuestas más crueles de una sociedad donde la repetición es un hábito, y no sólo en el habla. Tartamudeos políticos y ajustes reiterados son una pequeña muestra. “Buena parte del problema es que la sociedad no sabe de qué se trata”, dicen Fiocca y Díaz. El Primer Congreso Latinoamericano de Tartamudeo y Encuentro de Personas que Tartamudean, a realizarse entre 12 y 16 de mayo de 2002, es un intento de la AAT por hacer público aquello que se ve, pero se oculta.Viñeta verídica de cierre: “Una mujer llamó a un veterinario para que viera a su gato enfermo –relata Díaz–. El especialista era disfluente y cuando quiso explicar qué pasaba, empezó a tartamudear. Terminada la consulta, la síntesis lograda por la mujer consistió en seis palabras a su hija: ‘El tipo este no sabe nada’”.
Alberto y su pelea contra el tartamudeo UN NUDO EN EL CUELLO por Horacio CecchiLa condición de la entrevista era aparecer con su nombre cambiado. Entonces, Alberto no se llama Alberto, pero tiene “la traba”, como llama él al argumento de sus preocupaciones. “Querés decir algo y se te aparece un nudo en el cuello, un nudo que sube desde abajo y que cuando querés decir esa palabra que pensabas decir, no podés... no podés, y empezás a dar rodeos, se te viene la traba y terminás diciendo otra cosa que la que querías.” Se reconoce como “un tímido”, “un marginal” en el sentido real de quedar al margen. Y marginal, porque como repercusión de su “traba” pasó su adolescencia recluido en la calle, robando y huyendo, sin necesidad de palabras. Estuvo preso en Caseros. Poco tiempo, pero el suficiente. Al salir, la misma “traba” que lo marginó fue el argumento que modificó su vida. Sigue con su misma voz, pero aprendió a convivir con su renguera fónica: desde hace unos años comenzó a abrirse al mundo. Dirige una revista y estudia psicología social.“Yo no sé si soy tímido porque tengo la traba, o tengo la traba porque si soy tímido me viene como anillo al dedo”, dice Alberto. Habla pausado, sin levantar la voz. Cada tanto con sus dedos pellizca sus cejas. Se pregunta por qué la voz y no un problema en el tobillo, “ahí donde no se vea”. Emparenta el tartamudeo con el asma. Para Alberto, en ambas hay “algún trasfondo psicológico”. “Es como si tuviera dos palabras que quieren salir al mismo tiempo por el mismo agujero.”Para él, el espacio y el tiempo son dos coordenadas que se tocan en su tartamudeo. Espacio, porque “defender el propio era imposible”. Tiempo, porque “a partir de que tomé conciencia de que tengo un tiempo distinto, empecé a ver las cosas de otro modo. Todo pasa por tenerse respeto a sí mismo, a respetar el tiempo propio. El problema es cuando quedás atado a los tiempos del otro, que se supone que te exige que digas tus cosas rápido y bien y al mismo tiempo estás escuchando una voz que te dice que sos un tarado que cómo que no podés hablar y cada vez es peor”.La preocupación de Alberto por el espacio propio tiene sus bemoles: “En la escuela primaria tenía una maestra que sabía que yo tartamudeaba. Cómo no iba a saberlo. Y la hija de puta siempre me elegía para pasar al frente a dar oral. Yo, por supuesto, me trababa y delante de todos ella me decía ‘pe... pe... pero por qué no terminás de una vez’. Los chicos son crueles, inventaban cantitos, y en mi casa las únicas alternativas que daban eran ‘pegales’ o ‘ya va a pasar’”. Buenos recuerdos. ¿Habrá que preguntar por qué empezó a escapar de la escuela?”.Después llegó la calle, un mundo marginal, pero mundo al fin, con sus propias leyes. “Tenías una bandita en una esquina, otra en la otra. No se tocaban las zonas porque si no había pelea. Yo no estaba ni en una ni en la otra. Circulaba en los aledaños, como un renegado. Era el perdedor de los perdedores. Es raro, pero eso me salvó. Porque si sos de los perdedores no estás obligado a llevar un arma. Igual, para robar no hacía falta hablar demasiado.” Alrededor de los veinte años cayó preso. “Fue el infierno”, recuerda. De todos modos, en Caseros los espacios no se ganan con discursos.El clic vino después. “Fue un desafío terrible. La misma traba fue el motor que me impulsó a mejorar. Empecé a estudiar psicología social. Ahora, en los exámenes, me tengo que sentar con un micrófono delante de 150 personas. Es verdad que estudio mi libreto antes, pero igual es un enorme desafío.”


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